El nombre Goldberg, Johann Gottlieb Goldberg para ser exactos, corresponde con el clavicembalista que debería ejecutar la obra para el conde. Era muy joven, ya que sólo tenía catorce años, lo que quiere decir que por las noches dormiría como un bendito. Seguro que la idea de tocar por las noches no le haría demasiada gracia. La balanza del sueño se equilibraría de modo inverso, uno ganaría el sueño perdido y otro perdería el sueño ganado.
El pobre Goldberg tuvo que sacrificar un montón de horas de sueño para poder destacar en el mundo de la música. Habitualmente, cuando se habla de música clásica se asocia ésta con la hora de la siesta. Resulta de lo más chocante comprobar que las variaciones Goldberg gustan muchísimo y provocan muchas sensaciones menos la de sueño.
Javier Laso
Javier Laso nació en Fribourg (Suiza) en 1975. Realizó los estudios de piano en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca, bajo la dirección de los profesores J.J. Diego y J. Ponce, obteniendo Premio Extraordinario en los grados elemental, medio y superior Su formación de postgrado la desarrolló en la academia “Franz Liszt” de Budapest (Hungría), como alumno de F. Rados R. Wagner y P. Nagy. Ha sido galardonado en concursos nacionales e internacionales, como Maria Canals (Barcelona), Pedro Espinosa (Gran Canaria), Frechilla-Zuloaga (Valladolid). Ha sido profesor de piano en el Conservatorio Superior de Salamanca, y actualmente desempeña dicha función en el Conservatorio Superior de Canarias.
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