Pese a que en la época de la posguerra se fundara el grueso de las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Salamanca, esta celebración no quedó exenta de pasar por una profunda crisis que se llevó por delante algunas corporaciones religiosas de aquel entonces. Es el caso, por ejemplo, de la Hermandad de los Excombatientes o la del Cristo del Amparo. No sería hasta los años 70 y las últimas décadas del siglo XX cuando volvería a recuperar su auge.

En parte, y según reza la historia de la Pasión charra, por la incorporación de la mujer a las cofradías como hermanas de pleno derecho. Ello contribuyó a un significativo aumento del número de cofrades en las hermandades que, unido a los aires renovadores de las cofradías de nueva creación, impulsaron de nuevo la Semana Santa en la capital del Tormes. Sin embargo, ¿sigue siendo este un mundo reservado para los hombres? ¿Qué papel juega la mujer en las hermandades y cofradías de la Semana Santa salmantina?

SALAMANCA24HORAS acerca este domingo el ejemplo de tres mujeres, jóvenes y cofrades, a las que les une la pasión por la Semana Santa. Nuria, Mónica e Isa se desviven en sus hermandades colaborando y participando en todo lo que pueden durante los 365 días del año. Las tres coinciden, por su parte, en estar totalmente integradas y en iguales condiciones que los hombres. De hecho, mencionan como ejemplo, la carga mixta de uno de los pasos que llevan sobre sus hombros estando la mujer totalmente aceptada. No obstante, también reconocen que todavía hay roles que superar ?aunque todas aportamos a la Semana Santa?.

Nuria Becerra: ?Me siento muy arropada por mis compañeros?

Llevo cuatro años en la Hermandad Dominicana, tres cargando con el paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza. Mi papel en la hermandad es ser hermana de paso y ofrecer mi ayuda siempre que puedo. Desde que tengo uso de razón recuerdo acompañar a Nuestra Señora de la Esperanza siempre, desde que salía hasta que entraba. Le decía a mi padre que si algún día podía cargar, pero me decía que estaba soñando. Al final, lo conseguí. Debajo del paso siento emoción, sentimiento, fuerza? Sobran todas las palabras y no lo puedo explicar. La carga en mi paso es mixta y con mis compañeros estoy muy contenta, tanto por parte de los capataces como con todos. Me siento muy arropada.

Mónica Rodríguez: ?La Semana Santa es tanto de hombres como de mujeres?

Soy de la Hermandad Dominicana y de la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo. Siempre me ha gustado la Semana Santa. Primero fui de la Hermandad Dominicana y me llamaba especialmente la Virgen de la Esperanza. Mi papel en ambas hermandades, por el momento, es el de salir de nazarena. Mi primer recuerdo lo tengo junto a mi familia, desde bien pequeña, que me llevaba a ver las procesiones. Me gustaba ese momento. Por otro lado, la Semana es tanto de hombres como de mujeres. Cada uno tiene su papel y cada uno hace lo que puede por su cofradía o hermandad. En las hermandades a las que pertenezco está suficientemente valorada la mujer.

Isabel Martín: ?La mujer aporta a la Semana Santa un punto de vista diferente?

Pertenezco a la Archicofradía del Rosario, a la Hermandad Dominicana, a la Hermandad de Jesús Despojado y a la Esperanza de Triana de Sevilla. La Hermandad Dominicana es mi hermandad desde que era pequeña. Desde que tengo uso de razón siempre he participado en ella. Tanto en el Rosario como en el Despojado hubo algo que me llamó y decidí hacerme hermana. La Esperanza de Triana es mi pasión. La mujer aporta a la Semana Santa un punto de vista diferente a lo que suelen pensar los hombres. Muchas veces tenemos ese punto diferente y eso puede ayudar a la Semana Santa.

Cuando me meto debajo de un paso siento emoción, nervios, alegría? Es una sensación única que no se puede explicar. Bajo mi experiencia en la carga a costal la primera sensación fue un poco incómoda. Tienes que buscar la postura, no es lo mismo que a hombro y se carga totalmente diferente? Per a fin de cuentas es muchísimo más cómoda y el dolor es muchísimo menor que cargar a hombro. Además el paso se mueve mucho mejor. Por otro lado, el papel de la mujer en las cofradías está suficientemente reconocido hasta cierto punto. En otros muchos aspectos tiene que cambiar, como en la carga, donde todavía se la ve culpable en algunas ocasiones. A día de hoy cargo con el paso de Nuestra Señora de la Esperanza, el grupo es muy bueno y las mujeres somos una más. Me han aceptado bien y no tengo ningún problema. 

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