Pero no todo son alegrías. Cornejo destaca en el aspecto negativo el "poco respeto hacia algunas manifestaciones, he visto a gente cruzar por delante de los pasos, en plena procesión, hablar y gritar cuando se requería silencio, me molesta y disgusta, es una pequeña decepción". También lamenta el resultado del Viernes Santo. "Ya dije que no me gustaba y después de lo que ví, me sigue sin convencer. Ahora será cuestión de analizarlo y resolverlo, que cada hermano mayor exponga su particular punto de vista".
En una próxima reunión, dentro de un mes, todas las agrupaciones harán balance de esta Semana Santa y realizarán propuestas de cara ya al próximo año. "Las cofradías son autónomas y serán ellas las que decidan", insiste Cornejo, quien desde hace años se muestra partidario de que las procesiones de Jueves y Viernes Santo sigan la liturgia. Pero no está siendo fácil, por lo que han surgido voces que piden una intervención del obispo. "Podría tomar parte pero no me gustaría, prefiero que haya un acuerdo, que se piense que hay una Semana Santa colectiva, y que no se hable de algunas cofradías bien y otras mal, se tiene que hablar bien en general". Por eso, considera que "vamos a ver si somos capaces de mirarnos al ombligo, hacer un acto de reflexión e intentar mejorar los errores".
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios