11:55 horas de este domingo 5 de enero de 2020. Los Reyes Magos llegarán esta noche a los hogares salmantinos, pero hay un futbolista que recoge su regalo por la mañana. Es José Ángel Alonso, el último fichaje de Unionistas de Salamanca Club de Fútbol. El que fuera último capitán de la Unión Deportiva Salamanca se viste el uniforme de un equipo de balompié para volver a jugar año y medio después de una lesión (rotura del menisco y de los ligamentos cruzado y anterior de la rodilla derecha).
Será titular en el duelo que su nuevo conjunto, por el que fichaba la semana pasada, dispute ante la Sociedad Deportiva Leioa y que comienza a las 12 horas en Las Pistas, donde, con guantes negros y camiseta térmica de manga larga blanca colocada por debajo de la corta de Unionistas, posa junto a sus compañeros al lado del portero, Brais Pereiro. “En el calentamiento recordé mi etapa entrenando en esta instalación con la Unión Deportiva Salamanca”, relata a SALAMANCA24HORAS.
Sin embargo, en cuanto arranca el choque, confiesa que se centra en jugar bien: “Tras tanto tiempo sin competir, piensas en todo lo que tienes que hacer para no fallar, pues hay situaciones que no están automatizadas”.
A los 40 segundos de encuentro, José Ángel toca su primer esférico. Es un despeje de cabeza que realiza desde su posición de centrocampista, aunque a veces cae a la de líbero para ayudar a los defensores.
En el minuto 13 llegará otro cuero despejado.
En el 33, comete una falta en la imaginaria línea de tres cuartos. Además, se incorpora al ataque en cada jugada a balón parado favorable a los entrenados por Jabi Luaces.
En el minuto 43, en una de ellas, porque es un penalti, llega el 1-0. Marca Juan Francisco Góngora y Alonso corre a celebrar el gol con él.
Ya en la segunda parte, le toca trabajar atrás, pues el cuadro visitante aprieta.
En el minuto 87, recibe una cartulina amarilla por derribar a un contrario.
En el 94, llega el mazazo: igualada del Leioa. “En esa falta estoy en la barrera. Al girarme, me da la sensación de que Brais tiene la pelota agarrada. El árbitro y el linier interpretan que no, por lo que hay que respetar su decisión”, declara el dorsal 21.
¿Sus sensaciones tras jugar todo el duelo? “Regulares. Teníamos el partido ganado y merecíamos vencerlo por esfuerzo y ocasiones. Personalmente, me he encontrado bien. Es cierto que mi ritmo competitivo está lejos del que puedo alcanzar, pero después de un año sin jugar, el cuerpo me ha respondido bien”, afirma con el chándal y la cazadora de Unionistas puestos mientras sale vaho de su boca por el frío reinante a la puerta del vestuario de su formación.
Pero él asegura que ha sentido “calor” en el terreno de juego. Y es que, curiosamente, este futbolista salmantino de 30 años ha visto la luz deportiva… en una mañana de niebla.
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