No obstante, las cosas no se le pusieron mal de inicio a los textiles, puesto que los de Ángel Borrego fueron los que lograron abrir el tanteador entrada la primera mitad. Fue un espejismo, ya que en un fallo del cancerbero charro los locales empatarían y antes del descanso ya daban la vuelta al tanteador.
En la segunda mitad, peor se le ponían las cosas a los salmantinos, que se quedaban con un efectivo menos por doble amonestación y terminaba dando más facilidades para que llegara el tercer tanto de los vallisoletanos.
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