Guijuelo: Wilfred, Peña, Razvan (Quique de la Mota, min. 78), Ángel Martínez, Jonathan, Javi Moreno (Teles, min. 74), Carlos Rubén, Óscar Valero, Antonio Pino, Chuchi y Garban (Manu Moreira, min. 53)
Burgos: Aurreko, Andrés, Dani Guillén, Héctor, Maureta, Moke, Xavi Moré (Arkaitz, min. 46), Gabri (Pacheta, min. 82), Prats, Cerrajería y Joaqui (Carralero, min. 60).
Goles. 1-0, min. 37: Prats.
Árbitro: amonestó al local Dani, y al visitante Javi Moreno, así como a su técnico Rubén de la Barrera.
Crónica
El Burgos intentó que no se jugara a nada en su partido contra el Guijuelo, y ayudado en parte por el estado del campo lo consiguió. Los de Rubén de la Barrera no encontraron la manera de disfrutar de su fútbol, uno de los mejores de la categoría según muchos, y acabó ahogándose en la propuesta local, sufriendo su tercera derrota consecutiva que deja a solo un punto al quinto clasificado, el Avilés.
La buena situación en la tabla no trajo consigo espectáculo, y durante los noventa minutos reinó el aburrimiento. Al Burgos parecía valerle el empate, mientras que el Guijuelo solo llegaba a la portería rival a través de saques de esquina en los que no creó excesivo peligro. Y en este juego los de Ramón María Calderé se encontraban como pez en el agua, esperando el error rival. En un primer momento Wilfred evitó el gol en un centro que tocó en Razvan, y cerca del descanso un gran disparo de Prats se colaba por toda la escuadra sin que el meta sevillano pudiera hacer nada.
En las inmediaciones del descanso llegaron las mejores ocasiones del Guijuelo, herido en su orgullo, pero Aurreko se encargó de desbaratarlas. Primero estuvo muy atento a un balón que Pino se disponía a rematar, y poco antes del pitido del árbitro evitó un gol olímpico de Valero. Estos minutos, junto a los primeros de la segunda mitad, fueron los mejores del partido, al menos en cuanto a llegadas, ya que nada más regresar del descanso los dos equipos pudieron marcar. En el caso del Burgos uno de sus futbolistas no logró aprovechar el error de Wilfred en una falta lateral, y en el de los chacineros fue el estado del campo el que frenó un balón que parecía meterse en la portería después de un barullo en el área.
Como es lógico el Burgos se beneficiaba del paso del tiempo, y cuantos más minutos se cumplían menos se jugaba. Ni siquiera los cambios de Rubén de la Barrera sirvieron para que su equipo encontrara el área rival, y cuando una de las pocas veces en las que lo hizo el juez de línea anuló el gol de Pino por un fuera de juego muy protestado por todo el Guijuelo.
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