Partido complicado el que tenía Unionistas en Cebreros ante los locales, un equipo aguerrido, y El Mancho, totalmente embarrado y, por tanto, en principio favorable para los locales. Sin embargo, quien consiguió la victoria fue Unionistas gracias a un golazo de Diego Abad en una buena segunda parte en la que se anuló el juego directo de la Cebrereña.
Sin embargo, en la primera parte se descubrió que las sospechas eran ciertas. Aunque Unionistas quería tener el balón, la Cebrereña, con las líneas juntas, le provocaba muchos problemas en esta salida de balón e, incluso, ocasiones.
Suya fue, así, la primera, cuando Terleira se aprovechó de un error en la zaga aunque no consiguiera acertar con la portería. La segunda también fue del delantero, muy incisivo aunque poco acertado, en un balón que sacó Carlos Molina.
A raíz de estas dos ocasiones en los primeros quince minutos, Unionistas despertó un poco con tres zarpazos también sin suerte en un partido muy tenso y de alternativas sin que nadie lograra dominar ninguno de los dos equipos.
Así, era Unionistas el que buscaba tener el balón y los locales, el juego más directo. Ambos surtían efectos con ocasiones y aproximaciones para los dos, aunque la más clara fuera para Unionistas en las botas de Razvan con un chutazo que acabó golpeando el larguero con violencia.
Este emocionante juego llevó también a la tensión sobre el césped en los últimos minutos, con parones continuos y tanganas que acabó costándole tarjetas hasta a cuatro jugadores, dos por equipo, con Razvan y Antonio León amonetados por Unionistas antes de que se llegara al descanso, no sin otro susto en una falta que acabó tocando el larguero.
En la segunda parte, sin embargo, se comenzó a respirar otro fútbol casi desde el principio. No en vano, Unionistas salió más metido en el partido y cerca de la portería rival, defendida por Marcos. Tres córneres seguidos fueron el antecedente de un gol anulado por falta al cancerbero y de otro, que sí subió al marcador, obra de Diego Abad, con un zapatazo con la diestra que ponía a los blanquinegros por delante.
Tardó veinte minutos en llegar este gol, que sirvió como un cubo de agua fría para los abulenses y todo lo contrario para los salmantinos, que comenzaron a llevar de verdad la manija del encuentro. La Cebrereña desapareció del terreno de juego al tiempo que los blanquinegros iban sumando ocasiones. Isaac Manjón pudo hacer el segundo pero no acertó con su doble remate a bajar el balón del larguero, donde golpeó en las dos ocasiones.
Mientras, Astu calmaba el encuentro con la entrada de Jorge Alonso y buscaba la velocidad de Piojo a cambio de Cristo y Carlos de la Nava. El otro cambio fue Razvan, obligado este, para dar entrada a Carlos López. Y los cambios, junto al gol, sentaron bien al equipo. De hecho, el propio Carlos López culminó el encuentro cuando se llegaba al 90 en una gran jugada de Isaac Manjón después de haber avisado en varias ocasiones anteriores.
Fue el punto y final a una gran segunda parte en la que Unionistas fue superior a su rival, reponiéndose de una primera en la que la Cebrereña causó varios problemas.
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