Por ello, mientras que los minutos pasaban, a la escuadra charra le costaban anotar y no tenía frescura en ataque, lo que propició que al descanso fuesen los visitantes los que dominaban el electrónico con un 14-16.
Quedaba partido por delante y en ese segundo acto los salmantinos impusieron sus ganas sobre su rival, ya saliendo de vestuarios con un ritmo fuerte que propició el que se pusieran por delante pronto. Por suerte, los charros crecieron en torno a su ventaja y la mantuvieron hasta el final, ganando 35-33.
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