La gran diferencia de esta campaña con respecto a la pasada es que con los ascensos y descensos, Castilla y León ha pasado a ser una Comunidad Autónoma de sólo cuatro equipos, siendo uno de ellos un Palencia muy tocado que habrá que ver si puede salir a competir. Es precisamente esa la principal duda actualmente, ver la cantidad de equipos a los que los problemas económicos les pueden dejar fuera de juego.
Así las cosas y pese a que las cábalas se amontonan, ni Federación ni clubes tienen clara todavía su propuesta, aunque si todo quedará con los equipos que actualmente tienen plaza en Segunda B, UDS y Guijuelo estarían en duda, en relación a si estarían en el Grupo I o en el Grupo II.
El tercer grupo estaría cubierto con los conjuntos de Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, mientras que el cuarto lo completarían los clubes andaluces, murcianos, extremeños, el Ceuta y el Melilla. Será la RFEF la que coloque donde crea oportuno a los castellano leoneses, que o bien seguirían en el llamado grupo vasco o podrían caer al de los madrileños y canarios.
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