Rubén de la Barrera sabía muy bien lo que decía después de la victoria frente al Noja. Los tres puntos no eran suficientes para estar tranquilos porque hay mucho camino por delante hasta el final de la temporada. Restan siete encuentros y la clasificación sigue muy apretada. El entrenador cree que no están jugando a un nivel suficiente para sentirse seguros con los que partidos que vienen. La exigencia será máxima en todos y cada uno de los encuentros que van a afrontar porque todos sus rivales tienen algo en juego y además se miden a varios rivales directos.

Al Guijuelo le restan más encuentros a domicilio que en el Municipal. En casa jugará tres frente a U.D.Logroñés y Coruxo, que se están jugando el descenso (especialmente el equipo gallego), y recibirá en la penúltima jornada a uno de sus grandes rivales: el Avilés, de quien solo le separan tres puntos. Fuera de casa tiene partidos muy complicados, empezando por la visita al Tropezón cántabro que intenta alejarse definitivamente del descenso. Después viaja a Ourense y Luanco para jugar contra el octavo y el cuarto, solo tres y cinco puntos por detrás en la clasificación. La última jornada del campeonato le llevará al terreno de juego del Caudal, que ahora mismo está a un solo punto de la promoción de descenso.

Lo que es seguro es que el equipo chacinero vivirá un apasionante final de temporada y que podrá disfrutar de una pelea con la que no contaba. El resto de equipos también tendrá partidos complicados y se perderán muchos puntos por el camino. Se trata de que sean los menos posibles para el Guijuelo.

 

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