El nuevo míster llega hasta final de campaña, cumple “un sueño que todo entrenador quiere” y quedaría renovado automáticamente si consigue ganar la liga y la Copa. No obstante, Lapeña no ocultaba que “lo que me gustaría es seguir años en Salamanca, mi última etapa fue de mucho tiempo en Zaragoza y con dos años más desapareció el club. Me gustaría porque es el mejor club para hacer baloncesto en España, ser parte de este club es algo que me llena de orgullo”.
El ya perfumero exponía que “no doy nada por hecho y sólo pensaré en positivo, intentaremos el milagro en Euroliga, pensar en Mandeville y luego ya preparar el partido ante Rivas”. “Es la primera vez que voy a trabajar con tanto talento, voy intentar exprimirlo al máximo, buscar que todas trabajen al máximo para que el equipo gane”, añadía.
“Intento que mis equipo tengan mi forma de trabajar asumida, que sea una entidad agradable y la disfruten. Ahora bien, sé que deberá ser exprés, ya que no estamos en pretemporada. Avenida es un club que lleva tiempo luchando por todo”, dijo.
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