En el papatal de Pasarón, que parece haber vivido mejores épocas, Pontevedra y Unionistas empataron sin goles en la tarde de este domingo, 13 de enero, gracias principalmente al gran esfuerzo defensivo del equipo salmantino, con su portero Carlos Molina a la cabeza, que fue el salvador del equipo tras adivinar y atajar un penalti ejecutado por Arruabarrena.
El equipo gallego propuso el juego durante todo el partido. En unos primeros compases a gran ritmo, el cuadro gallego trató de adelantarse en el marcado rápido, pero la defensa unionista demostró que se encuentra a un gran nivel. Admonio siguió mostrando su jerarquía en la zaga, ejerciendo de bombero y achicando agua en los múltiples ataques gallegos, que tuvo en Javi Pazos su puntal ofensivo, aunque sin suerte para el delantero.
En el minuto 31, un disparo de Pazos lo sacó Molina bajo palos, tras varias jugadas buenas en ataque que el equipo gallego no pudo concretar. Unionistas intentó crecer, y en el minuto 41 su primer ataque acabó en jugada polémica, tras una caída en el área de Albisua que el árbitro no estimó. El Pontevedra fue más y mejor, aunque bajó la intensidad en los últimos minutos del primer tiempo.
En el segundo, el Pontevedra propuso y Unionistas desapareció en las labores ofensivas. En el minuto 57, otra jugada polémica. El delantero local cayó fuera del área de forma clara y el árbitro, que estaba muy cerca, declaró la pena máxima. Pero apareció Molina para salvar a su equipo, lanzándose al palo izquierdo y adivinando el disparo de Arruabarrena. Poco después, otra vez Molina se puso delante para evitar el gol de Pazos tras un gran pase de Romay.
Desde ahí, el Pontevedra se volcó en ataque sin acierto, mientras que Unionistas tuvo una clara: Isaac Manjón no acertó a controlar tras un mal pase atrás de la defensa gallega. En la última, Piojo pudo quitarle de la bota a Javi Pazos el uno a cero, que habría sido un palo muy gordo para los visitantes.
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