El Guijuelo derrotó por un 4-0 al filial del Atlético de Madrid en el Municipal de Guijuelo en un resultado engañoso. No fue hasta los últimos diez minutos cuando los chacineros lograron doblegar a su rival. Además, el portero Kike Royo detuvo una pena máxima con ventaja mínima local.
El técnico Mateo García apostó por la pareja de centrales a prueba, formada por Ayala y Guilherme, para darles minutos y ver sus evoluciones. Por delante, Mikey junto a Carles Marc en los primeros minutos.
En los diez minutos iniciales de duelo, el Guijuelo tuvo dos ocasiones claras. La primera, con un lanzamiento de Pino desde lejos que se marchó desviado y, seis minutos después, una combinación entre el propio Pino y Gordillo. El tiro del canario golpeó en un rival.
A partir de ahí, el Atlético de Madrid creó el mayor peligro con varias internadas de Arona, auténtica pesadilla de la zaga chacinera. Un disparo suyo desde la frontal, que lamió el travesaño, fue el inicio de una serie de jugadas por banda que, o no encontraron rematador o si lo hicieron fue sin puntería.
El Guijuelo, con muy poco, se encontró con un penalti al filo del descanso. Aitor Aspas engañó a San Román y rompió la igualada a cero desde los once metros.
En la segunda mitad, el nivel de juego bajó. El Atlético pudo empatar tras una mano de Raúl Ruiz dentro del área, pero Kike Royo atajó la pena máxima. Poco después, los colchoneros se toparon con el palo.
En los últimos diez minutos, y tras el carrusel de cambios chacineros, Manu Dimas recogió un balón para encarar al meta rival y hacer el segundo. Sin tiempo para parpadear, Luque y Jonxa pusieron dos tantos más en el casillero chacinero.
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