El cadete B del Hergar Camelot es de los pocos del fútbol base que todavía no han terminado la competición. A falta de un partido, luchan todavía por ser cuartos en el grupo A de la Segunda División en la que comenzaron mal. Después de perder los tres primeros partidos, han conseguido de momento trece victorias y dos empates en una Liga de 27 partidos. De vencer en la siguiente, supondría superar el 50% en partidos ganados de una temporada larga y difícil en la que, junto con otros equipos, eran los más pequeños de la categoría.

Compuesta en un principio por 22 jugadores, la plantilla ha sufrido cambios a lo largo del año hasta, incluso, pasar apuros para completar las convocatorias. ?Es una etapa complicada para los jugadores. Los estudios comienzan a ser más exigentes y van conociendo otras cosas más allá del fútbol?, opinan los entrenadores del equipo. ?Esto, obviamente, no es malo. Al final lo importante es que los chavales disfruten hagan lo que hagan?.

El principal objetivo, sin embargo, durante esta primera temporada del cuerpo técnico junto con este equipo ha sido su formación tanto en el fútbol como en la vida. Y es que consideran que el deporte puede enseñar muchos valores válidos en todos los aspectos que se quiera. ?El esfuerzo, el saber que nada llega si no lo buscas o lo luchas es determinante para su futuro. La competitividad es algo esencial para ellos más allá de los resultados que se consigan en la tabla?, afirman.

De momento parece que el mensaje va llegando a los jugadores. La evolución del equipo ha sido un hecho durante la temporada. El fútbol ha ido a más y el sacrificio en el campo, también. En lo estrictamente deportivo el equipo peca de fallos de concentración que han costado muchos puntos al cabo de la temporada. ?También se ha fallado mucho en la parte de arriba. La definición no ha sido uno de los fuertes del equipo?.

La intensidad es una de las marcas de este conjunto, que el año que viene luchará en la Primera División Cadete, a priori más dura y peligrosa. Por ello, este año ha servido, además, para preparar un futuro año en el que nadie otorgará regalos.

La calidad humana de los jugadores es otro punto que se ha trabajado este año. El equipo ha ido ganando en compromiso y comportamiento con los compañeros y los rivales aunque aún quede mucho por hacer. La inteligencia futbolística, válida para ámbitos más cotidianos, es también algo que se ha trabajado en los casi diez meses de temporada. ?Tienen que aprender a valerse por sí mismos, a pensar por sí solos en cada situación pero también a acatar unas normas. Hacerlo a través del fútbol es esencial?.

La plantilla está formada por Óscar y Javi (porteros); Sanchón, Sánchez, Imanol, McConell, Jorge, Jiménez y Mansilla (defensas); Víctor, Merino, López, Mario, Madruga y Dani (centrocampistas); Manu, Hernández, Íker, Jota y Famny (delanteros); Nacho, Rubén y Javi (entrenadores).

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