Mazazo para el Guijuelo. Los chacineros cayeron en el Municipal de Guijuelo por 1-2 ante el Lealtad y se les escapa la zona de playoff. No matemáticamente, pero sí por sensaciones. El Guijuelo llegó tarde al partido y lo pagó caro. El tanto de Lambarri solo valió para espolear al equipo pero el empate a dos se quedó en el limbo.

Fernando Estévez apostó de inicio por Antonio Moreno y Raúl Ruiz en la banda derecha y por jugar de nuevo con tan solo un punta. Treinta y siete minutos duró su decisión. En ese minuto, Lambarri entraba al campo y Raúl Ruiz salía del campo pegando un pelotazo al lateral del banquillo.

El Guijuelo estuvo espeso durante la primera mitad; sin chispa, sin brillo. Tampoco lo tuvo el Lealtad pero pudo adelantarse en el marcador en una falta en la que Yosu se quedó solo ante Felipe Ramos pero ni siquiera llegó a conectar con fuerza con el balón. Del Guijuelo, poco o nada en el área rival. De hecho, los chacineros se marcharon al descanso sin chutar entre los tres palos.

Tras el intermedio, Razvan se tuvo que marchar por lesión. Cuando el Guijuelo parecía que comenzaba a carburar con dos disparos de Valero y Nierga, Lombán puso por delante al Lealtad. Fue tras una contra en la que el ariete visitante llegó completamente solo para empujar el balón a la red.

Y, dos minutos después, el propio Lombán hacia el segundo tras adelantarse a la defensa chacinera dentro del área pequeña. Con el 0-2, el Guijuelo estaba contra las cuerdas pero la entrada de Fran Pastor lo cambió todo.

Lambarri recortó distancias rápidamente tras aprovechar un rechace del portero rival a media hora para el final. Y Carlos Rubén pudo empatar con un remate de cabeza a centro de Jonathan. Ya era otro Guijuelo, un Guijuelo desatado.

Fran Pastor apretaba una y otra vez por la derecha ante un partido que se endureció. Una patada sobre el extremo desembocó en una tangana.

Pudo empatar Jonathan Martín con un gran envío de Carlos Rubén pero su disparo se estrelló en Porrón. En los compases finales, Carlos Rubén pidió penalti por un choque con un defensor asturiano, pero el colegiado no quiso complicaciones.

El pitido final llevó caras largas a los jugadores del Guijuelo y a un Yeray caliente que se fue a por Yosu. El jugador del Lealtad le había pegado una patada dura y a destiempo sin balón de por medio que originó una tangana poco antes del final.

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