El colegiado del encuentro, el andaluz Santos Pargaña, explicó en su acta que expulsó a Almami Moreira por “dirigirse a mi llevándose su dedo índice a la sien, diciéndome: "estás loco, no tienes ni idea". Por fortuna para los intereses blanquinegro, el trencilla apostilló que “una vez finalizado el encuentro se personó en el vestuario arbitral pidiendo disculpas por su desconsideración”, algo que puede restarle castigo al guineano.
En sala de prensa, Moreira dejó claro que “me he equivocado y pido perdón a todos”, aunque comentaba que “no le he insultado”. El atacante reconocía su error y manifestaba que “mi obligación es jugar y no hablar y por ello me equivoqué”. Este miércoles, tras conocer la sanción, asegura que "es una eternidad" estar dos semanas sin jugar ahora que ya se había adaptado al equipo.
El jugador, que se perderá los encuentros contra Marino de Luanco y Sporting B, explicó durante su comparecencia que no volverá a hacer apreciaciones a las decisiones del árbtro: “Recibí muchos golpes y me molesté tanto que cuando hablé con el árbitro acabé expulsado. Cuando me vuelva a ocurrir no diré nada. Siempre he hablado con los árbitros pero ahora sé que en España es diferente. Ahora lo entiendo y no lo volveré a hacer más”.
El medio guineano también analizó su adaptación al grupo y a las bajas temperaturas de Salamanca: “El frío no me afecta porque ya estoy acostumbrado pero tampoco me gusta. Con el equipo me compenetro muy bien, me han ayudado mucho y ahora me siento uno de ellos”, recalcó.
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