El mundo del baloncesto salmantino ofreció su último adiós al árbitro Pepe San Agustín. El carismático colegiado, icono por su forma de arbitrar y su excelente trato, fallecía la semana pasada en Tenerife.
Hasta el velatorio se desplazaban numerosas caras conocidas en el baloncesto y otras muchas que quisieron despedir a uno de los árbitros que han marcado la formación de muchos jóvenes en las pistas de nuestra provincia.
Su frase “arriba la nave”, con la que Pepe San Agustín animaba a quién lo necesitase, quedará marcada entre jugadores, técnicos, árbitros y también padres y madres que asistían a los partidos que arbitraba.
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