El benjamín A del Navega tiene una difícil temporada por delante. La Primera Benjamín siempre es exigente y se necesita mucho esfuerzo, además de ciertos aspectos táctico-técnicos que ya se pueden ir adquiriendo a pesar de la corta edad de los jugadores. Cuatro años juntos ayudan, claro, y el progreso es palpable. 

De momento, esta temporada marchan con seis puntos en mitad de tabla después de haberse enfrentado, eso sí, a los 'gallitos' de la competición. Contentos están con ello los entrenadores Chuchi, Pablo y Heimon, que, aunque no se marcan objetivos en la clasificación y consideran bueno el inicio de temporada, son conscientes de que se debe exigir cada vez más para ir así mejorando a lo largo del año.

Es precisamente ahí, en la de exigir, donde se marcan sus objetivos. En la exigencia de que aprendan día a día los pequeños futbolistas y no solo del fútbol. De hecho, eso se da por descontado y las miradas se centran más en que sepan que para conseguir las cosas hace falta siempre un esfuerzo. También en mantener un respeto hacia sus compañeros y con el rival y un compromiso en lo que están haciendo. 

Esos valores, esenciales durante la vida, no lo son menos en el fútbol. Los padres, cómo no, ayudan a que esto se lleve a cabo. De hecho, la relación entre los propios jugadores, sus padres y los entrenadores es la idónea para seguir con el buen funcionamiento del grupo. 

Y que nadie crea que se va a quedar sin aprender lo anterior. En una plantilla de quince jugadores se intenta repartir los minutos en partes iguales en la medida de lo posible. Aunque claro, la educación va por delante y ahí la asistencia y el comportamiento marcan esos cinco minutos más o menos no sobre el campo como se suele ver sino de un mayor aprendizaje. 

La plantilla está formada por David Criado, César, David Nisa, Javi, Aday, Javier, Antonio D., Sergio, Sergio Igea, Arturo, Ares, Rodri, Christian, Imanol y Rubén. Chuchi, Pablo y Heimon (entrenadores). 

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