La Unión Deportiva Salamanca ya ha pisado el acelerador en busca de cerrar las incorporaciones de este mercado de invierno. El club parece tener decidido que serán cuatro los jugadores que lleguen en este periodo, aunque no se cerraría la puerta a alguno más, pero a día de hoy, el equipo charro tiene decidido que sean cuatro.

Por ello, la entidad, que lleva moviéndose en ese ámbito desde hace semanas, está manteniendo ya conversaciones en el polo opuesto, las bajas que deberá dar para dejar vacantes fichas y que éstas sean utilizadas por las nuevas caras que sumarán en un equipo que pide refuerzos a voces para optar al playoff y a la lucha por el ascenso.

Por ello, según ha podido saber este diario, Gorka Etxeberría ya ha comenzado las conversaciones con sus propios futbolistas para exponerles la situación que se presenta y especialmente con dos, los elegidos para dejar el barco por el técnico blanquinegros; Raúl Manasé y Pablo Gómez.

El vasco ya habría comunicado la decisión a los interesados, aunque podrían no ser los únicos si se necesitara alguna ficha más. En especial difícil se presenta los del segundo, puesto que su gran salario, heredado de la pasada campaña, es un lastre con el que lleva cargando el club durante todo el curso.

Con esa decisión tomada, el club tendría dos licencias libres para esos futbolistas contrastados que quiere traer y que llegarían fichados sin periodo de prueba. Ahora sólo queda que Etxeberría llegue al acuerdo con ellos para la rescisión.

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