Con el resultado a favor, el juego de los charros fue mas pausado y poco a poco fueron llegando ocasiones mas claras, que se materializaron a través de Nacho en el 15 y en el 18 para poner un cómodo 1-4 con el que se llegó al descanso.
La segunda parte arrancó de manera loca, manteniéndose a lo largo del encuentro. A falta de doce minutos para el final, los salmantinos lo pasaron mal, ya que los pucelano ponían portero-jugador. Los pasteleros, conscientes de la importancia del triunfo, supieron sufrir en esos instantes y al final dieron el golpe logrando el 3-8 final.
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