Salesianos es un colegio en el que el fútbol siempre ha estado presente. Uno de los equipos más antiguos del fútbol base que no pasa por sus mejores momentos. La cantidad de equipos federados y el césped artificial están provocando problemas a estos clubes para completar sus plantillas. Una bonita excepción es la del cadete del Salesianos, que ha conseguido hacerlo sin problemas y ahora lucha en la Segunda Provincial.

Por lo demás, el conjunto es prácticamente nuevo. Se han quedado cuatro que ya jugaron en el año pasado en cadetes y otros dos jugadores, además, han vuelto después de que la temporada pasada no pudieran disputar ningún minuto. Este hecho, el de la renovación de la plantilla, ha sido contra el que han luchado en los primeros momentos hasta ahora, el conocerse más sobre el terreno para poder sacar mejores resultados.

De momento, el pasado fin de semana consiguieron su segunda victoria de la temporada. La ilusión de los futbolistas y las ganas de aprender les han hecho crecer ya mucho en apenas dos meses de Liga. El próximo paso será el no jugar tan acelerados y saber medir mejor los tiempos del partido. Eso y una confianza que ya se ha empezado a labrar con tres puntos más en la tabla a pesar de la mala suerte con la que han contado en las últimas jornadas en la que dos de sus jugadores se rompieron el escafoides.

Como arma tienen su campo, aunque Álvaro, que colabora con ellos en entrenamientos y partidos, considera que tener un campo de esas dimensiones muchas veces perjudica al salir de ese rectángulo. De hecho, en uno pequeño, aunque te cueste entrar en el partido, siempre acabas haciéndolo, cosa complicada en otro de más metros.

También lo es el darle amplitud a un campo estrecho y jugar por las bandas, que es a lo que intentan en Salesianos. Al final, el centro siempre está más poblado y así se intenta dar más velocidad al juego del equipo que, casi en su totalidad, está formado por cadetes de primer año, algo que también se nota en el físico, tan importante en campos pequeños. Esa carencia de fuerza la suplen con estar más juntos en defensa para poder ayudarse así los unos a los otros frente a la mayor fortaleza que suelen tener sus rivales.

Este fútbol lo practican mientras enseñan unos valores en los que la diversión e integración están por encima. En Salesianos, cualquier jugador es bienvenido incluso para entrenar aunque no pueda realizarse ficha federada. Todos pueden ayudar y todos se ayudan entre sí. Esta perspectiva de formación a través del fútbol es algo que se está perdiendo en Salamanca para Álvaro a favor de una profesionalidad no tan importante. Es una reunión de amigos en la que se viene a aprender. Lo de competir por encima de todo es para otros.

La plantilla está formada por Mateo (portero); Óscar, Andrés, Javi, Enrique y Alberto (defensas); Antuan, Guerras, Fer, Mario del Río, Marcos, Lorenzo, Mario de Luis y Álex (centrocampistas); Samuel y Alberto Pedreira (delanteros), Alberto, Rubén y Álvaro (entrenadores).

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