No era un partido fácil el que tenía el Salmantino por delante para acabar el año. Viajaba a Cebreros para enfrentarse a un conjunto local caracterizado por su brega. Y la demostraron durante un partido en el que el Salmantino fue de menos a más y la Cebrereña acabó pidiendo la hora. Sin embargo, el gol no llegó y los charros se despiden con un empate que les sabe a poco.
En una tarde fría en El Mancho, el partido comenzó como el clima, aunque más bien por la alta presión de los locales, la Cebrereña, ante un Salmantino que intentaba llevar la manija del encuentro pese a las importantes bajas. Ramón Calderé perdía para este partido a Tyson, Juanan y Murci, tres titulares fijos que se suplieron con Tejedor como lateral, Sergio Ramos y Miguel Ángel en el doble pivote, y Zárate arriba.
Así, aun con las dificultades ocasionadas por la presión del rival, el Salmantino fue poco a poco haciéndose algo más grande sobre el terreno de juego. Amaro tuvo la primera en el minuto siete tras un centro de Coque pero su balón se fue fuera y llegando al quince, Martín Galván botó una falta cometida sobre él mismo que obligó al cancerbero local a realizar una gran parada para evitar el primero de la tarde.
Pese a ello, no había claridad en las llegadas y la Cebrereña, después de estos dos sustos, también quiso quitarse los miedos y estirarse. Gozó de dos ocasiones pero Rodri consiguió desbaratar la primera y Juli no llegó por poco a la segunda justo antes de otro revés para Calderé en forma de lesión. Martín Galván tuvo que ser el primer cambio y dejó su lugar en el terreno de juego a Caramelo. Sin embargo, este pequeño parón permitió a los dos equipos tomarse un respiro antes de que Terleira lo intentara con un potente disparo que atajó Rodri justo antes del descanso.
Y si en la última jugada de la primera parte pudo cambiar el signo del partido, también en la primera de la segunda. De hecho, llegó a haber gol de Zárate, aunque el árbitro había anulado la jugada por una falta previa de Garban al cancerbero local. Este gol, aunque no subiera al marcador, marcó el devenir de una segunda parte en la que cambió claramente el partido.
Tanto que hubo minutos en los que se pudo hablar de asedio, incluso, especialmente en los primeros minutos tras la entrada de Valentín al campo, que suplió a Miguel Ángel para cambiar el dibujo y dejar dos puntas. Él mismo pudo hacer el primero pero lo evitó bajo palos Quirós justo después de que el portero Marcos realizara una gran intervención en un libre directo botado por Sergio Ramos.
Calderé siguió moviendo el banquillo buscando la victoria y dio entrada a Saúl Villalobos por Garban cuando aún restaban quince minutos pero el cambio no pareció dar el resultado esperado. Tanto fue así que las ocasiones fueron a menos y hasta la Cebrereña lo intentó en algún disparo de Terleira que tampoco tuvo mayor peligro. El asedio se recuperó en los minutos finales pero el gol no llegó y el Salmantino se va de vacaciones con un punto en un campo difícil pero que sabe a poco por las ocasiones de la segunda parte.
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