La solidaridad de Unionistas vale un punto en El Sardinero (1-1)

Espina adelantó a los charros en el minuto uno; Pol Moreno empató en la segunda mitad

Rayco, ante Medina / FOTO UNIONISTAS CF
Rayco, ante Medina / FOTO UNIONISTAS CF

Unionistas sumó un punto más a su casillero. Y no un punto cualquiera. Fue un punto en el histórico El Sardinero. Los charros empataron a uno ante el Racing de Santander en medio de un chaparrón y con seis centenares de aficionados en la grada.

El once de Dani Mori tenía varias sorpresas. Manu Sánchez conformaba el eje central de la zaga junto a Ramiro para evitar las caídas a banda de Cedric; Acosta y Mandi formaban el doble pivote y liberaban a Nespral; y, en ataque, Espina ejercía de ‘9’ con Montes y Rayco en las bandas.

El plan era cortocircuitar por dentro al Racing de Santander, que formaba con jugadores talentosos como Sergio Marcos y Pablo Torre. Pero el guion se le puso de cara a Unionistas nada más iniciarse el duelo. Montes encuentra al espacio a Espina, que partía en fuera de juego, el balón toca en un jugador del Racing y el auxiliar no levanta la bandera. Espina recoge la pelota dentro del área, recorta a Medina y manda la pelota a la red. 0-1. En noventa segundos. Los jugadores locales rodeaban al colegiado; los charros se abrazaban y la afición festejaba el 0-1.

El gol reforzó aún más el plan de Dani Mori. No sufrió Unionistas en la primera mitad. Tan solo Soko era capaz de generar peligro con sus cabalgadas y su potencia. Acosta y Mandi se vaciaban en el centro del campo y Ramiro era el ‘kaiser’ en la zaga. La única nota negativa, la amarilla evitable de Rayco, que le hará perderse el próximo envite liguero.

Desde el arranque de la segunda mitad, el Racing le metió una marcha más. Y Unionistas sufría. La entrada de Camus fue un dolor de cabeza por la izquierda. Con el campo abierto para el Racing, Mori metió a Mier por Montes para intentar ayudar en defensa a Marín. Pero lo que llegó fue el gol del Racing a los veinte minutos de la segunda parte. Pablo Torre centró con rosca y Pol Moreno, libre de marca, entró desde atrás para poner el 1-1.

A los charros les flaqueaban las piernas por el gran desgaste físico. Además, en ataque, apenas aparecían en campo rival. De la Nava, Pitu y Borja entraron por toda la línea ofensiva: Espina, Rayco y Nespral. Tocaba reactivar al equipo con el balón para ganar aire. Todavía restaban quince minutos.

El cambio otorgó a Unionistas justamente lo que necesitaba. Circulación de balón, presencia en campo contrario y amenaza para el Racing de Santander. Una acción entre Pitu y De la Nava acabó con el disparo del capitán muy desviado. Salinas se resbaló en una incursión por la izquierda cuando estaba en ventaja. Pero fue Salva el hombre del partido. El meta unionistas metió una mano prodigiosa a disparo a bocajarro de Manu Justo para evitar el 2-1. Y, en la última del duelo, De la Nava cabeceaba una falta botada por Borja. Pero apareció Parera. El gol hubiese sido un broche de oro para los charros y su incansable afición. No pudo ser. Sí el punto. En el mítico El Sardinero.

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