- A estas alturas ya no. Sabíamos que era un rival complicado por su campo de hierba artificial y otros factores, pero este Guijuelo no tiene nada que ver con el que yo recordaba. Pensábamos que iba a pinchar y mira donde está. Me gusta porque siempre es bueno que triunfe un equipo que da buen trato al balón y no otro más amarrategui.
- ¿Por qué el Oviedo es tan irregular?
- Nos han pasado de todo. Tenemos una buena plantilla, grandes instalaciones, cobramos al día, pero estamos fallando en lo deportivo y principalmente en casa. Hemos perdido un porrón de puntos.
- ¿El nuevo técnico ha cambiado muchas cosas?
- Primero el sistema y después nos pide que seamos atrevidos y descarados. Lo que ocurre en casa nos suele pasar porque la gente se echa encima y se crispa rápido.
- ¿Para el Oviedo es obligado entrar en fase de ascenso?
- Sin duda. El objetivo es el primer puesto, que todavía tenemos al alcance, y sino ser segundo, tercero y hasta cuarto. De no ocupar uno de esos puestos más que un fracaso tendríamos que utilizar una palabra más gorda.
- Es vital ganar al Guijuelo para ello
- SÍ, igual que el partido de la semana pasada contra el Avilés. Es otro rival directo y en el partido de Guijuelo nos remontaron, con lo que tenemos ganas de revancha.
- ¿Buenos recuerdos de la Unión?
- Muy buenos. Tengo mucho cariño a la Unión. Es el primer club al que fui saliendo de casa y, aunque no jugué mucho, me encantó la ciudad y la gente me trató de maravilla. Teníamos un gran equipo y aprendí mucho de ellos. Me da mucha pena que el Helmántico esté cerrado y que la Unión ya no esté. Es malo para cualquiera y más aún para los que estuvimos allí.
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