Como era de esperar, la Real Federación Española de Fútbol se ha convertido en el principal enemigo del nuevo proyecto de Juan José Hidalgo. El organismo federativo continúa sin obedecer el auto dictado por la jueza hace ya más de una semana, cuando el empresario compraba los derechos federativos de la UDS libres de cargas, incluso sacando a subasta la plaza unionista, algo que puede terminar en una competición con más equipos de los inicialmente previstos, como sucedía hace menos de un año cuando a la RFEF no le quedó más remedio que repescar al Orihuela, al que había mandado Tercera.

Con la jueza del caso requiriendo a la RFEF la inscripción del equipo de Hidalgo y aunque el empresario y sus servicios jurídicos sabían que al adquirir los derechos libres de cargas iban a tener problemas por no abonar las deudas de los jugadores, la confianza existente en que todo saldrá a favor contrasta con la preocupación de que no se alargue el litigio, todo por poder empezar a planificar la temporada y una plantilla de garantías.

Y es que parece, como comenta el círculo cercano al presidente de Globalia, que el caso durará lo que quiera el ente federativo, que pude alargar con impugnaciones la sentencia definitiva y el que el nuevo club de Hidalgo arranque su motor. No hay más, ya que incluso la Federación de Castilla y León, su presidente Marcelino Maté, parte importante en la Segunda B, se vendría pronunciando, también a Juan José Hidalgo, sobre que el nuevo equipo de Salamanca tiene todas las de ganar.

Con todo el proyecto de Hidalgo en compás de espera pero con los primeros pasos dados, será como tope el próximo martes en la asamblea federativo cuando se compruebe la decisión de la RFEF, dando la plaza al equipo del empresario o haciendo caso omiso al requerimiento del juzgado, algo que de nuevo retrasaría todos los plazos por los que inicialmente le hubiese gustado moverse al presidente de Globalia.

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