En una de estas ocasiones se abría el marcador mediante una jugada que finalizaba Antonio para el equipo de la capital. A pesar de que ambas escuadras tuvieron algunas ocasiones para aumentar sus respectivas cuentas, el marcador no se movería y se llegaría al descanso con un 0-1.
El segundo periodo comenzaba siguiendo la misma dinámica que el primero, con los mirobrigenses esperando a los rivales y aguantando las acometidas confiteras. El juego siguió el mismo camino hasta que en una jugada a balón parado llegaba el empate, obligando a los pasteleros a volcarse en el ataque, incluso con la estrategia de portero-jugador, ya que necesitaban el triunfo para optar a la batalla de la zona alta de la tabla.
Sin embargo el gol no llegaría y el partido finalizaría con un 1-1 en el luminoso, resultado que no contentaba a ninguno de los dos conjuntos.
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