El fútbol modesto tienen conjuntos que se han ganado un nombre en Salamanca. Uno de ellos es el actual campeón del Trofeo Charro que este año ha cambiado su denominación a Las Tapas de Henar. Y como viene siendo habitual, su comienzo no ha sido el deseado pero la continuación ya está dejando cosas de las que hablar. Nuevamente, el conjunto está yendo de menos a más y su aspiración es clara, entrar en el playoff por el título y competirlo hasta el último minuto.

Ellos y todos los demás equipos ya saben que son capaces de ello y que se les tiene que tener en cuenta para todo a pesar de contar con una plantilla muy nueva. De hecho, fueron numerosos los cambios de jugadores a principio de temporada por lo que han debido realizar un periodo de adaptación que está llegando a su fin por lo que esperan no tener problemas para conseguir entrar entre los seis primeros puestos. Eso sí, en una liga tan competitiva no te puedes dormir como demuestra el hecho de que en la última jornada cayeron ante los penúltimos.

Son varios los conjuntos, además, que se hacen fuertes en su casa, más acostumbrados a jugar. Por su parte, ellos compiten en La Aldehuela los sábados por la tarde de la que tienen alguna queja. El no tener vestuarios si se juega en el segundo turno o no poder ducharse con agua caliente es algo que comprenden, aunque se podría buscar una solución. Por lo demás, el horario es perfecto para ellos, así como saberlo con adelanto para poder articular la semana.

Aún así, en muchas ocasiones completan la convocatoria a duras penas. La mala suerte con las lesiones y la vida laboral de muchos funcionarios no le permiten ayudar a sus compañeros. Los problemas con las lesiones han llegado incluso a que varios jugadores hayan tenido que dejarlo para fichar el conjunto a otros. La aclimatación, por tanto, ha sido continua.

También en el tema de los patrocinadores donde la crisis todavía se deja notar. Buscarse la vida para seguir disfrutando del fútbol es ya una obligación verano tras verano y todavía así hay que poner algo de dinero. Jugar al fútbol es caro, se quejan, pero dejarlo es inviable. También ocurre en el caso del trofeo, que les acogió con los brazos abiertos en su primer año mientras otros solo pusieron pegas. Ya por lealtad, hay que seguir siendo fiel al Charro.

E igual de fiel hay que ser con el estilo de juego. Las Tapas de Henar cuando verdaderamente juega bien al fútbol es cuando hay tranquilidad. Tienen un conjunto con jugadores de clase que saben bajar la pelota y aguantarla para la llegada de ayudas. Independientemente del campo, siempre se intenta tocar la pelota aunque a veces no salga bien.

La plantilla está formada por Azábal y Luisan (porteros); Puskas, Álex, José, Polli, Víctor, Queta, Aarón y Manu (defensas); Chenio, Jona, Santi, Maki, Chuchi y Cebo (centrocampistas); Peli, Villa, Sergio, Juli y Michu (delanteros); Ángel Sánchez y José María (entrenadores).

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