La Unión Deportiva Salamanca continúa a la espera de que la Liga de Fútbol Profesional haga el ingreso oportuno de los más de 600.000 euros que la entidad blanquinegra debe recibir por el descenso de categoría la campaña 2010/11. El club charro lleva tiempo manteniendo la calma, más que nada porque es algo que los administradores vienen transmitiendo, aunque la cercanía del 30 de junio hace que comiencen los nervios por la supervivencia del club.
La administración concursal trabaja para que no haya sustos de última hora mientras la entidad viene planteándose las opciones existentes en caso de que no llegue ese montante, puesto que si no hace frente a sus deudas con futbolistas el 30 de junio, la Unión caería a Tercera. Es por ello que esa calma de los últimos días empieza a estar algo tensa por la carrera contra el crono que es el pago de la liquidación de la temporada pasada.
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