Recibía el CD Calahorra a Unionistas con el halo de superioridad del que puede presumir un equipo que solo ha recibido un gol en lo que va de liga. Un conjunto que lleva por nombre el de una ciudad famosa por sus hortalizas, su mercado agrícola y sus cosechas; pero los frutos se los llevó Unionistas, en un partido que fue de menos a más, eso sí con una primera parte para olvidar.

Lucía el sol en la riojana Calahorra para ver el encuentro entre el equipo local y Unionistas. En La Planilla entró dormido el conjunto charro y en el minuto cinco ya se veía por debajo en el marcador. Un pepino y eso que no estábamos en Leganés, pero sí en tierra agrícola, de Jorge Fernández desde fuera del área batía a Brais, que llegaba a tocar el balón, quizá pudiendo hacer algo más.

No hizo muchos más méritos en los siguientes minutos el Calahorra y Unionistas se puso el mono de trabajo, aunque más por convicción que por juego. Sobre todo la de Navas, de lo mejor en la banda derecha de Unionistas, buscando constantemente alguna pierna amiga en área enemiga, todo sin fortuna; aunque alguna sandía también salió de sus botas.

Intentaba cosechar en tierra de labranza el equipo de Aguirre. Con ímpetu pero sin éxito, con un Jordan que tuvo sus más y sus menos con lo de jugar bien al fútbol se refiere. En defensa con muchas dudas, algo normal con un jugador que ha entrado directamente a la titularidad después de quedarse fuera de la convocatoria en cuatro ocasiones, y sacando el codo a pasear, una amarilla innecesaria. Su cambio se preveía en el descanso.

Así fue en la reanudación, después de unos minutos finales de la primera mitad donde Unionistas buscó sin precisión ni éxito, llenar su saco personal. Portilla entraba por Jordan, Zubiri pasaba a acompañar en el eje de la zaga a Ayoze y el 16 entraba directamente al medio.

La cara del conjunto charro fue otra con los cambios y aunque las imprecisiones seguían en las armas de labranza ?sus piernas-, el Calahorra, que también dispuso de buenas internadas por mediación de José Ramón, daba un paso atrás ante el ímpetu de los de Aguirre. Eso sí, de no ser por Brais la cosecha hubiera salido mala, porque tenía que emplearse a fondo para sacar una doble ocasión de Jorge Hernández.

Trabajos también para la polémica. Un posible penalti sobre Álvaro Romero, por parte de José Ramón, era protestado por jugadores y público, pero el juez de este concurso de imprecisiones en el que se había convertido el encuentro, decretó que todo siguiera sin condena.

Labró y labró en los últimos minutos Unionistas. Con más actitud que aptitud, está muy verde el juego de los de Aguirre y mucho tiene que cambiar para que madure; pero precisamente cuando ya estaba casi pasada la cosecha, encontró su fruto.

Una jugada calcada a la de la semana pasada. Colgó Portilla desde los tres cuartos un balón al área del Calahorra después de una falta del ex, Isaac Manjón. Le devolvió el favor de sus años en el conjunto charro, porque al botar esa falta se alzó sobre toda la defensa, Ribelles, para igualar la contienda.

Diez minutos para conservar lo conseguido en el zurrón o incluso aumentarlo. Porque las últimas ocasiones fueron para Unionistas que tuvo encerrado a el Calahorra, pero claro, en esto del fútbol es muy difícil cosechar un gol cuando no utilizas las armas adecuadas, y sin tiros a puerta se antoja imposible. Aun así la cosecha vuelve a Salamanca y el trabajo de los de Aguirre les permite sacar la cabeza de los puestos de descenso. 

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