El empuje de Würzburg y las grandes dosis de moral adquiridas por las azulonas han volteado una final que se presumía muy cuesta arriba. Todos coinciden en que no será fácil y que lo de Rivas fue un mal día, pero este viernes, las de Miguel Méndez deberá actuar en el pabellón charro con un peso más del habitual, el de saber que un fallo significa su KO.
Los entrenadores también jugarán sus bazas y estrategias y en las horas previas al segundo encuentro valorarán los errores y aciertos en el primer duelo. Lapeña venció con creces en el estreno a Méndez con una defensa zonal dolorosa y ahora ambos deberán decidir su apuesta para un encuentro que promete tensión y emoción.
En la cancha, Rivas buscará frenar a Currie, jugadora que tuvo un gran peso en el envite de este miércoles. Además, las madrileñas tratarán de que aparezca Anna Cruz, que casi ni apareció y que su juego interior machaque más al charro. Avenida buscará igualmente más presencia de jugadoras como Fernández, de cara a poder encauzar pronto el duelo.
Mientras, Würzburg volverá a no fallar y presentará el aspecto de las grandes ocasiones. El pabellón salmantino espera vibrar con su equipo y terminar un curso complicado con final feliz. Desde las 21:30, el Perfumerías podrá coronarse el rey del baloncesto nacional, llevando a sus vitrinas una nueva y esperada liga.
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