Una vez asumidos los resultados electorales del domingo, toca comprobar cuál será el futuro de España. Lo primero todavía es cerrar el proceso hasta que este próximo 6 de mayo se proclamen los resultados. De esta manera, no será hasta el 21 de mayo cuando se constituyan el Congreso y el Senado para, poco después, se celebre el Pleno de Investidura.
Y es aquí donde llegan las cuentas. Los famosos pactómetros buscarán durante el próximo mes la posible formación que se constituya finalmente en Gobierno. Tras los resultados, parece que solo el PSOE podrá optar a esa Presidencia, pero necesitará apoyos.
Con la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados en 176 escaños, al PSOE le restan 53 para llegar tras conseguir 123 en las elecciones del domingo. Es decir, un solo acuerdo con Ciudadanos (57) le bastaría, aunque esta opción se ha alejado parece que definitivamente durante la campaña y los discursos postelectorales.
No en vano, ya Albert Rivera e Inés Arrimadas, los líderes de la formación naranja, reanunciaron el domingo por la noche que no habría pacto con el PSOE y Pedro Sánchez se encontró con una militancia y simpatizantes que pedía que no lo hiciera.
Excluyendo esta posibilidad, por razones de ideología e identidad, debería sumar el resto con otros partidos entre los que se encuentra Unidas Podemos. El partido de Pablo Iglesias descendió en resultados en comparación con 2016 pero parece que esta vez sí llegará a ser llave de Gobierno.
El domingo sumaron 35 diputados, a los que se deben sumar los siete de En Comú Podem. 42 que todavía no serían suficientes para llegar a esa mayoría necesaria, para lo que restarían todavía once. En estos ya hay múltiples opciones, ya que el solo apoyo de Esquerra Republicana sería suficiente (15), aunque la polarización de la campaña en torno al tema catalán puede hacer tambalear también esta opción.
De hecho, en un Gobierno de muchos partidos minoritarios podría llegar a gobernar sin el apoyo de los independentistas catalanes. Sí necesitaría, al menos, el del PNV (6) e, incluso Bildu (4) ya que con la primera opción más la de Coalición Canaria, el Partido Regionalista Cántabro y Compromís seguirían sumando diez y estarían a uno de la mayoría absoluta.
Segunda vuelta, mayoría simple
Otra opción, eso sí, es la de ser investido en segunda vuelta, donde no se necesitaría una mayoría absoluta sino simple. Esta, que se celebraría 48 horas después, podría llegar con la mera abstención de algún partido de los anteriores.
Si lo hiciera Ciudadanos no habría que contar más, mientras que con el pacto entre PSOE y Unidas Podemos y sus confluencias, también podrían hacerlo desde los independentistas catalanes para esta mayoría.
De hecho, al sumar entre ambos partidos y Compromís 166 diputados, necesitarían la abstención de, al menos, 19 escaños. Y recordamos, Esquerra Republicana cuenta con 15; Junts per Catalunya, 7; PNV, 6; Bildu, 4; Coalición Canaria, 2; Navarra Suma, 2; y Partido Regionalista Cántabro, 1. Sumen ustedes.
Gobernar en solitario
En las últimas horas, además, se ha planteado la idea de que el PSOE pueda gobernar en solitario. Para ello necesitaria, al igual que en la anterior posibilidad, ganar por mayoría simple en segunda vuelta por lo que los votos negativos no podrían ser superiores a 123.
Este hecho indicaría que PP, Ciudadanos y Vox no podrían votar negativo en los tres casos, ya que provocarían la repetición de elecciones en dos meses. Así, con la abstención, en este caso, de Unidas Podemos y Compromís (43), necesitaría otras 62. Con la del PP sería suficiente, sino tendría que sumar cinco a las 57 de Ciudadanos.
Lo que desde el PSOE han afirmado es que no habrá acuerdo con Esquerra Republicana, en un juego que se antoja complicado. No en vano, desde Bildu ya han ofrecido precisamente el pacto de ellos y los independentistas catalanes.
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