Isaura Leal (PSOE): “Los políticos no hemos sido conscientes de la pérdida de población que se ha producido en los últimos diez años”

La comisionada del Gobierno frente al Reto Demográfico visita Salamanca en la campaña electoral y en SALAMANCA24HORAS hace autocrítica por la tardanza de la política en atender un asunto candente: la despoblación.

 José Luis Mateos, Isaura Leal y Rosa Rubio
José Luis Mateos, Isaura Leal y Rosa Rubio

¿Por qué se habla tanto de la despoblación en esta campaña electoral?

Se viene hablando desde hace años en los parlamentos autonómicos, en el Gobierno de España y en los medios de comunicación, pero la campaña electoral está reflejando esta inquietud. No es una cuestión de oportunismo electoral. Es uno de los grandes retos para España y la comunidad autónoma de Castilla y León. En el PSOE hemos hablado de esto desde hace tiempo. Tanto, que en enero de 2017 la Conferencia de Presidentes le pidió a Mariano Rajoy, que entonces estaba al frente del Gobierno, que acometiera esta tarea. Le facilitaron un calendario a un año vista, pero cuando Pedro Sánchez le relevó, se encontró con la tarea pendiente. Por eso, tuvimos que asumir el compromiso de realizar esas directrices para 2019, cuando no se contemplaba la convocatoria de Elecciones Generales.

¿Cómo afecta a Salamanca?

Salamanca forma parte de Castilla y León, donde la pérdida de población es un hecho histórico intensificado en la última década. Afecta, principalmente, a los jóvenes y las mujeres. El impacto de la crisis económica y el recorte en servicios y prestaciones en el medio rural afectaron. Salamanca es un claro ejemplo de que la pérdida de población no se limita a pequeños municipios, sino también a la capital y a cabeceras de comarca como Béjar y Ciudad Rodrigo, lugares llamados a tener empleo.

¿Hay cifras que demuestren este hecho?

En lo que llevamos de siglo XXI, Béjar ha perdido 2.614 habitantes y Ciudad Rodrigo, 1.923. Pero solamente en el último decenio, Béjar ha restado 1.550 habitantes y Ciudad Rodrigo ha bajado en 1.195. Eso significa que Béjar ha perdido un 17% de su población y Ciudad Rodrigo, un 14%. Estos datos hay que interpretarlos de la siguiente manera: cuando un territorio entra en decadencia es como si entrara en una enfermedad.

¿La despoblación es el origen de otros problemas de Salamanca o la consecuencia de ellos?

Esto es como la pescadilla que se muerde la cola. La pérdida de pujanza económica se vincula al empleo. Si no se genera empleo, no se crean oportunidades; sin oportunidades, no se puede realizar un proyecto de vida. Es una cadena. Un territorio que pierde población, deteriora sus servicios básicos. Los primeros en marcharse son las generaciones llamadas a sacar adelante esas zonas: los jóvenes y las mujeres. Al final, permanece la población envejecida, que suele ser mayor de 80 años. Pero los mayores no pueden ser un problema porque somos el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida.

¿Estamos ante lo que podríamos considerar un ‘éxodo capital’ (marcha a las grandes ciudades de las generaciones posteriores a quienes protagonizaron el denominado ‘éxodo rural’)?

Pertenezco a una generación en la que los padres nos pedían que estudiáramos para marcharnos fuera a encontrar oportunidades. Los mismos motivos que protagonizaron aquel éxodo rural en los años 60 y 70 del siglo XX son los que están protagonizando el actual. El empleo es la principal razón que conduce a la gente a marcharse de su tierra.

¿Cree que se ha tardado tiempo en reaccionar para solucionar la despoblación?

Los políticos no hemos sido conscientes de que de que se estaba produciendo un movimiento acelerado de población en la última década. Estábamos ocupados en resolver otros problemas y no hemos valorado que 150.000 habitantes de Castilla y León se han marchado en el último decenio. No se han hecho medidas de reactivación económica.

¿Qué medidas hay que tomar para paliarla?

La gravedad es tal en lugares como Castilla y León y Salamanca que ya no podemos decir que hay que adoptar medidas. La Unión Europea, el Gobierno de España, las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos tienen que tomar decisiones para afrontar esta realidad. El primer objetivo es fijar a los que ya están y brindar la oportunidad de volver a los que se fueron. En los diez meses que el PSOE ha estado en el Gobierno antes de las Elecciones Generales de abril tomamos una medida para subvencionar a municipios que sufren pérdida de población. Se basaba en destinar 80 millones de euros para que los jóvenes pudieran trabajar en localidades de menos de 5.000 habitantes. La cuantía no es suficiente, pero sí necesaria. El segundo reto es impulsar la digitalización. Es imprescindible que los municipios tengan acceso a Internet a precios asequibles porque en el siglo XXI permite crear industria, lo que lleva a dinamizar los territorios y hacerlos atractivos. Un tercer frente es realizar leyes con perspectiva demográfica, tal y como se han hecho con el impacto medioambiental y las cuestiones de género. El que gobierne tiene que elaborar planes concretos sabiendo en qué territorios se implantan. No se puede legislar solamente para las ciudades.

¿La responsabilidad es de los políticos o los ciudadanos pueden hacer algo?

Tenemos que reconocer lo que hacen los ciudadanos. Miles de ellos se mantienen en su territorio sacando adelante sus proyectos de vida. Hay 4.500.000 españoles que viven en su tierra aunque pierda población. Los medios de comunicación también desempeñan un papel importante porque son parte activa de la concienciación para poner el reto demográfico en la agenda pública y política. Los dinamizadores de la cultura (escritores, publicitarios, guionistas, directores de cine…) también intervienen. Hay que romper el estereotipo de que en lo rural permanece el que está poco formado y es ‘pueblerino’ o ‘aldeano’, ya que hay grandes profesionales en la agricultura y la ganadería adaptados a la modernidad. Según datos de la Unión Europea, el 53% del territorio español está en riesgo demográfico. Los políticos somos los que tenemos que estar a la altura.

Luis Tudanca, candidato del PSOE a presidir la Junta de Castilla y León, plantea crear una vicepresidencia autonómica sobre despoblación. ¿Cómo funcionaría?

Visibilizando el problema. Es importante que el liderazgo político lo haga para dotarlo de recursos. El reto demográfico consiste en abordar la pérdida de población y el envejecimiento de la misma. Por eso, es un proyecto que pone en valor su idea para Castilla y León. Demuestra que es una de sus grandes prioridades.

A nivel nacional, ¿por dónde pasará la idea del nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez en esta materia?

Lo ha dicho el propio Pedro Sánchez: por dotarla de mayor presupuesto y darle su nombre a un ministerio. Eso significa otorgarle más visibilidad, más estructura y más responsabilidad. En la Unión Europea defenderemos la Política Agraria Común y los fondos de cohesión.

¿Qué necesita su área de responsabilidad para lograr estos resultados?

Que se lleve a cabo lo explicado por Pedro Sánchez. Es una prioridad en nuestro proyecto de país. Afrontar el reto demográfico implica defender con coherencia el modelo territorial.

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