Las hormigas son unas fieles compañeras de nuestras casas en verano. Les basta cualquier excusa para introducirse en ellas haciendo las veces de intruso. Una miga de pan, cubos de basura o restos de comida son un manjar que estas pequeñas nunca dejan pasar por alto.
Son muchos los insecticidas que venden para combatir las hormigas, pero no todos hacen efecto, por eso lo mejor es recurrir a los remedios caseros: cuestan poco y son efectivos.
Entre los remedios más eficaces destaca el vinagre, un gran repelente para las hormigas. En caso de usarlo lo mejor es verter el vinagre en un pulverizador y rociar todas las esquinas de la casa por donde merodeen estos insectos. Se recomienda rebajarlo con una gotitas de agua.
El limón, la menta o el café son otros de los remedios más efectivos a la hora de combatir las hormigas. La acidez del limón repele de forma eficaz a las hormigas. De la misma manera lo hace el fuerte olor a menta. En este caso (el de la menta) es suficiente con dejar unas hojitas en la entrada del hogar, en la zona de la cocina o incluso en la mesa donde posteriormente se va a comer.
Poner una bolsita con granos de café en las zonas donde hay más tráfico de hormigas es también una buena solución.
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