Tras casi un mes de trabajos de limpieza y reparación de la pesquera, el agua ha vuelto a uniformarse entre los puentes Enrique Estevan y el Puente Romano, abandonando de esta manera las islas de arena que se han visto desde marzo como consecuencia de las abundantes precipitaciones.
Así, hasta el tramo donde se encuentran trabajando los operarios, el río Tormes ya ha recobrado casi la normalidad, si bien todavía se puede ver el fondo tras una fina línea de agua que irá regresando a su naturalidad en los próximos días.
De hecho, más allá de donde trabajan las máquinas, el agua vuelve a desaparecer en su trayecto hasta el Puente Romano, por lo que el trabajo todavía es arduo, aunque la imagen para los que paseen por el puente Enrique Estevan ya es otra, como comentan los mismos salmantinos.
Así, tras los primeros trabajos de desvío y limpieza, el Ayuntamiento continúa restituyendo el azud a su estado anterior para recuperar la lámina de agua sobre el caudal allí donde todavía no existe. El presupuesto para todos los trabajos asciende a un total de 47.000 euros.
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