Estas academias, que preparan cursos de todos los niveles para el diploma de lengua española del Instituto Cervantes, reciben orientales, tanto chinos como japoneses como coreanos que llegan con niveles de español muy básicos. Este nivel con el que llegan a Salamanca, es fruto de cursos que realizan en sus países de origen para tener una capacidad mínima de comprensión de la lengua.
Los cursos a los que suelen inscribirse son de nivel B2, que lo acredita el Instituto Cervantes, antes de examinarse, las academias y escuelas ofrecen cursos de distinta duración y diferente ritmo. Es habitual que alumnos asiáticos que van a empezar estudios en las universidades de la ciudad realicen cursos intensivos de español para obtener lo antes posible el título DELE. El B2 es el más solicitado porque les permite un mayor acceso laboral en su país, dar clases de español a nivel básicos y ser intermediarios entre empresas asiáticas y españolas, además de relaciones con Iberoamérica. Desde las academias, nos informan que por eso, algunos de ellos, además del DELE, se presentan al examen de la Cámara de Comercio de Madrid.
Todos los profesores llegan opinan que los alumnos asiáticos son muy buenos estudiantes y muy trabajadores, que buscan ampliar su conocimiento. “La disciplina es común en casi todos estos alumnos y su progresión gramática es muy buena”, nos comenta el responsable de una de las academias. Sobre lo que más difícil les resulta a estos alumnos es hablar, “encuentran dificultades sobre todo a la hora de soltarse a hablar, es lo que más les cuesta. En los exámenes del DELE, las partes más complicadas para los asiáticos son las partes de expresión oral, lectora y auditiva.
A pesar de que el número de asiáticos haya aumentado en los últimos años, en las academias no han notado demasiado el aumento. El perfil de sus alumnos suele ser estudiante universitario, aunque informan de que también hay trabajadores e incluso chinos o japoneses que llevan en España un gran número de años y quieren perfeccionar su español.
Hay academias que prefieren dar clase no solamente a asiáticos, sino que hay aulas en las que se imparten clases a orientales, italianos o franceses. También hay clases en las que los profesores están especializados en la enseñanza de español a asiáticos, bien sea por conocimientos de su idioma, que puede facilitarle las explicaciones o aclaraciones, como por cursos muy concretos en los que el método influye mucho para el momento del examen.
Una característica que es muy negativa, según profesores de estas academias, es que muchos de ellos no se relacionan con otro tipo de nacionalidades y están solamente con jóvenes de su mismo país, “en la academia hablan español, pero luego en la calle vuelven a hablar chino, coreano o japonés.
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