Detección temprana del coronavirus: La Junta analiza las aguas residuales de 123 residencias de mayores de Salamanca

Realiza una toma de muestras cada dos semanas en los centros con menos de 100 residentes y de dos semanales en aquellos que superen el centenar 

 

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Las residencias de mayores de Castilla y León no son los principales focos de los brotes de COVID-19 en esta segunda ola de la pandemia –a la cabeza reuniones familiares y sociales-, pero sí son este colectivo el principal grupo de riesgo y acapara los brotes de transmisión del virus de mayor tamaño.

De ahí la puesta en marcha, por parte de la Junta, de un exhaustivo análisis de las aguas residuales de estos centros con el fin de recabar información temprana sobre posibles focos de infección por coronavirus y poner en marcha las medidas oportunas para amortiguar una posible nueva ola de contagios. Hay que tener en cuenta que el COVID deja un rastro genético que se mantiene en el cuerpo de las personas infectadas durante 20 días, siendo expulsado después por las heces y la orina.

Los análisis ya han comenzado a realizarse en residencias sin presencia del virus, divididas en función del número de residentes, menos y más de 100, a cargo de la empresa pública Somacyl, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. En Castilla y León son 663 las residencias en las que se realizará la toma de muestras, quedando excluidas las 20 infectadas por SARS-COV-2. Está previsto recoger unas 4.296 tomas de muestra y análisis, con un coste para la Consejería de Fomento de casi 1,2 millones de euros.

En Salamanca ya se ha iniciado el análisis de aguas residuales que incluye un total de 123 centros, 102 con menos de un centenar de residentes y otros 21 en los que se superan los 100. En el caso de los centros con menos residentes, se tomará una muestra cada 14 días y en las de más de 100 mayores, un análisis dos veces a la semana.

Las muestras en las residencias serán recogidas por varios laboratorios de Castilla y León y enviadas a centros especializados y acreditados donde se realizarán los análisis de SARS-COV-2, con el objetivo de identificar o no la presencia del virus en la residencia. Con un plazo de ejecución de ocho semanas, los análisis comenzaron el pasado 2 de noviembre y está previsto finalizar la semana del 21 de diciembre, aunque se puede prorrogar hasta un máximo de 16 semanas.

Una herramienta útil para las detecciones tempranas del virus

La vigilancia microbiológica en aguas residuales puede utilizarse como indicador epidemiológico para detectar la circulación del virus en la población. Trabajos previos en la utilización de esta herramienta han demostrado su sensibilidad, incluso cuando la prevalencia del COVID-19 presentaba niveles bajos en la población. A los análisis de aguas residuales en residencias se suman también la toma de muestras en estaciones depuradoras y aguas de baño con el mismo objetivo, detectar la presencia temprana del virus.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha puesto en marcha el proyecto de ‘Vigilancia microbiológica en aguas residuales y aguas de baño como indicador epidemiológico para un sistema de alerta temprana para la detección de SARS-CoV-2 en España’.

El análisis en diferentes depuradoras de España ya ha detectado la presencia de material genético de SARS-CoV-2, el virus que provoca el COVID, y se ha demostrado que los tratamientos de desinfección en las depuradoras son eficaces en la eliminación de la presencia del virus.

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