La situación de los tribunales en Castilla y León no mejora, y el atasco judicial se ha incrementado en los últimos años, alcanzando niveles preocupantes. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, recogidos por la Agencia Ical, los asuntos pendientes en la Comunidad han aumentado un 85,6% desde 2017, pasando de 94.644 a 175.676 en el tercer trimestre de 2023.
Varios factores han contribuido a esta situación. En primer lugar, la pandemia de Covid-19 provocó una paralización de la actividad judicial en 2020, lo que generó un retraso en la resolución de casos. Además, las huelgas de letrados y funcionarios en 2023 también afectaron el funcionamiento normal de los juzgados.
Otro factor importante es la falta de recursos humanos y materiales. A pesar del aumento de la carga de trabajo, la plantilla de jueces, fiscales y funcionarios apenas se ha incrementado en los últimos años. Esta falta de personal dificulta la resolución de los casos en tiempo y forma, lo que agrava el atasco judicial.
Demandas de creación de plazas y unidades judiciales
Ante esta situación, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), José Luis Concepción, ha lamentado la sistemática denegación por parte del Ministerio de Justicia a sus demandas de creación de plazas y unidades judiciales. El TSJCyL ha solicitado la creación de nuevas plazas de magistrado, juzgados de Primera Instancia e Instrucción, juzgados de lo Penal y juzgados de Violencia sobre la Mujer, entre otros.
La petición elevada por el TSJ el pasado año, similar a la de ejercicios anteriores, contemplaba la creación de cuatro plazas de magistrado de Audiencia Provincial: dos en Salamanca, una en Burgos y otra en Valladolid, además de nuevos juzgados de Primera Instancia e Instrucción en los partidos judiciales de Ávila, Miranda de Ebro, Aranda de Duero y Palencia; juzgados de Primera Instancia en León, Salamanca y Valladolid; juzgados de lo Penal en Ávila, León, Palencia y Salamanca y juzgados de Violencia sobre la Mujer en Segovia y Zamora. Además se solicitaban un Juzgado de Familia en Ponferrada; un Juzgado de Instrucción en León; un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo en Ponferrada; un Juzgado de lo Social en Burgos y un Juzgado de lo Mercantil en León.
El atasco judicial tiene un impacto directo en la ciudadanía, que no obtiene respuestas a sus problemas en un tiempo razonable. Esta situación genera frustración e incertidumbre, y afecta la confianza en el sistema judicial. Además, también perjudica a los abogados, que ven cómo se dilatan los procesos y no pueden liquidar sus procedimientos.
Para abordar esta problemática, se plantean diversas soluciones. En primer lugar, es necesario un aumento de recursos humanos y materiales, con la creación de nuevas plazas y unidades judiciales. También se propone una mejor planificación de los refuerzos y auto refuerzos, así como una revisión de la organización judicial.
Asimismo, se destaca la importancia de que la Administración Autonómica se involucre en este problema social, desarrollando el artículo 42 del Estatuto de Autonomía, que contempla la creación del Consejo de la Justicia de Castilla y León, un órgano consultivo que podría mejorar el funcionamiento del servicio público de justicia.
CSIF
El sindicato CSIF, mayoritario en la Administración de Justicia de Castilla y León, ha alzado su voz ante la preocupante situación que atraviesa la Justicia en la Comunidad. Su responsable autonómico, Juanjo Banciella, argumenta que más allá de los motivos coyunturales como la pandemia y las huelgas de funcionarios y letrados, existe un grave problema estructural: la falta de unidades judiciales y la saturación de trabajo en numerosos juzgados.
Banciella explicó que desde CSIF se viene reclamando la creación de veinte unidades judiciales nuevas en la Comunidad, lo que supondría un incremento de la plantilla de funcionarios de casi el 10 por ciento. Advirtió que la situación de "atasco" es tan grave que asuntos que antes se resolvían en seis meses, ahora tardan un año. Se refirió al caso de Valladolid, donde desde 2005 no se ha creado ningún juzgado de instrucción y donde los de primera instancia soportan una carga de trabajo del 175 por ciento.
Aunque la Junta no tiene transferidas las competencias de Justicia, para el representante de CSIF sería oportuno que la Administración Autonómica se implicara en un problema social de este calado y desarrollara el artículo 42 del Estatuto de Autonomía, en el que se contempla la creación del Consejo de la Justicia de Castilla y León, un órgano consultivo que, en su opinión, vendría a mejorar el funcionamiento de un servicio público básico que afecta directamente a los ciudadanos.
Por otro lado, Banciella se refirió a la recién aprobada Ley Orgánica de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia, reforma que supondrá principalmente que los más de 3.800 juzgados de toda España se transformen 431 en tribunales de instancia. Recalcó que si no viene acompañada de un incremento de personal, se repetirá el "fracaso" de las oficinas judiciales, que ni siquiera se han acabado de desarrollar en Castilla y León, ya que solo funcionan las de Burgos, León, Ponferrada, Segovia y Palencia.
La nueva Ley de eficiencia del Servicio Público de Justicia
Se menciona la reciente aprobación de la Ley Orgánica de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia, que transformará los juzgados en tribunales de instancia. Sin embargo, se advierte que si esta reforma no viene acompañada de un incremento de personal, podría generar un nuevo parón en la justicia.
En conclusión, el atasco judicial en Castilla y León es un problema complejo que requiere de soluciones integrales y urgentes. Es necesario un mayor compromiso por parte de las administraciones y una mejor planificación de los recursos para garantizar el acceso a una justicia pronta y eficaz para todos los ciudadanos.
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