Castilla y León espera las notas de la PAU tras una Selectividad con menos opciones y más exigencia

La región se mantiene por encima de la media nacional en sobresalientes, aunque se acentúa el desfase entre las notas de Bachillerato y las de la EBAU

Comienzo de la selectividad 2025
Comienzo de la selectividad 2025

Más de 11.000 estudiantes de Castilla y León conocerán este jueves las calificaciones obtenidas en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), en una convocatoria que marca un antes y un después tras la eliminación de los modelos de examen alternativos que se implantaron durante la pandemia. Esta nueva PAU, con mayor peso competencial y menor margen de elección, podría frenar la tendencia de los últimos años de mejora en las calificaciones.

Aunque aprobar la PAU no suele ser un problema —el 97 % de los estudiantes supera la prueba—, lo que verdaderamente preocupa al alumnado es alcanzar una nota lo suficientemente alta para acceder a carreras con gran demanda y notas de corte superiores al 12. En ese contexto, lograr un sobresaliente se convierte en un factor decisivo para el futuro académico y profesional de muchos.

Sin embargo, los datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a través del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), revelan un desajuste significativo entre las notas de Bachillerato y las obtenidas en la PAU. Mientras que el 19,6 % de los estudiantes de Castilla y León obtuvo sobresaliente en Bachillerato el pasado curso, solo el 7,8 % repitió esa hazaña en la fase general de la Selectividad.

Este fenómeno no es exclusivo de Castilla y León. A nivel nacional, la proporción es incluso más pronunciada: un 20,6 % de sobresalientes en Bachillerato frente a solo el 6,5 % en la PAU. A pesar de ello, la Comunidad se sitúa por encima de la media nacional en rendimiento en la prueba de acceso y ocupa el séptimo lugar en número de sobresalientes, por detrás de regiones como Extremadura, Cantabria o Murcia.

Subida en la nota media y desigualdades entre regiones

El rendimiento general también ha mejorado en la última década. La nota media en Castilla y León ha pasado del 6,5 en 2015 al 7,2 en 2024, situándose entre las más altas del país, solo por detrás de Cantabria (7,4) y Extremadura (7,3). Esta mejora ha sido paralela a la que se ha registrado en Bachillerato, donde el porcentaje de sobresalientes ha crecido del 7,2 % en 2015 al 19,6 % en 2024.

El nuevo modelo de PAU, centrado en competencias como el pensamiento crítico, la argumentación y la creatividad, con un 20–25 % de preguntas enfocadas a esas habilidades, podría frenar la escalada de calificaciones que venía arrastrándose desde los años de la pandemia. El año pasado, por ejemplo, el porcentaje de sobresalientes en la PAU en Castilla y León ya descendió al 7,8 %, tras haber alcanzado el 10 % en 2021 y 2023, y el 11 % en 2022.

Castilla y León también destaca por una tasa menor de “inflación académica” en comparación con otras comunidades. Mientras en regiones como Valencia o Baleares las notas de Bachillerato multiplican por siete o nueve las de la PAU, en Castilla y León esa proporción es de 2,5 veces.

Con todo, miles de jóvenes esperan ahora con incertidumbre una nota que puede definir sus próximos años. La carrera universitaria soñada por muchos dependerá de unas décimas que, en carreras como Medicina, Psicología o dobles grados de Derecho y ADE, marcan la diferencia entre entrar o quedarse fuera.

stats