Con la Iglesia hemos topado, o al menos con su persistente afán por ocultar lo oculto, y mostrar lo que muchas veces no puede ser explicado.

Esta semana recupero un amplio resumen de la entrevista mantenida hace un tiempo con el magnífico y reputado investigador, Moisés Garrido, autor de grandes libros, entres los que se encuentra “Credo quia absurdum”, publicado en 2014, y que afronta el asunto que nos ocupa hoy. Las creencias religiosas se basan en creer en cuestiones que nos resultan absurdas para nuestra lógica humana. La Santísima Trinidad, la virginidad de María, la existencia de Cristo y muchos patrones que no encajan en los esquemas racionales.

Moisés, ¿el Vaticano, tiene en el paquete más mentiras que verdades?

- Pues lamentablemente, sí. Porque ha utilizado la mentira como una forma de control de la sociedad y los pueblos a lo largo de la Historia, y ya desde los primeros Concilios. Mucha gente cree que alguna de las creencias sobre escritos y la Virgen María, tienen una base bíblica, y realmente no es así. Muchas de las ideas que hoy se tienen a nivel Cristológico y Mariológico, nacen en los Concilios Ecuménicos, entre el siglo IV y V. Ahí es donde surgen muchas de las ideas que hoy se defienden, y que se desarrollaron a nivel de votaciones, donde había sobornos, donde había tramas, donde había incluso asesinatos por defender ciertas ideas y erradicar otras.

¿Podríamos decir que la Biblia es una novela?

- La Biblia no es un libro histórico, es un libro apologético, teológico, cargado de mitos, que han bebido de otras fuentes, y con muchas cosas que luego se han añadido a posteriori por parte de los padres de la Iglesia. Hay muchas interpolaciones y libros que en un principio se consideraron apócrifos, luego fueron aceptados. Y otros que en principio fueron aceptados, después se consideraban apócrifos.

Por ejemplo, sabemos que no solo hay cuatro Evangelios, sino que hay varias decenas de Evangelios, que no tienen más viso de credibilidad estos cuatros que los que fueron rechazados, o nula credibilidad, en cuanto a materia histórica. Y ciertas ideas que hoy tenemos de Jesús y María, no tienen una base bíblica, sino que fueron decretados mediante votación en esos Concilios, como he dicho antes, sobre todo en el Concilio de Nicea, Constantinopla, Éfeso y Calcedonia, en los siglos IV y V.

Ahí se establecen dogmas como la naturaleza divina de Jesucristo, la virginidad de María, entre muchas otras cuestiones teológicas. Lo curioso es que a veces los obispos que se reunían en esos concilios, defendían o atacaban dichas ideas a base de muchas tramas, y de muchas cuestiones que hoy nos llevarían las manos a la cabeza. Había muchas tendencias cristianas, estaban los arrianos, estaban los dogcetistas, los monofisistas, los adopcionistas, y un montón de grupos, cada uno con una interpretación particular de la figura de Cristo, y algunas de esas interpretaciones eran diametralmente opuestas. Hasta que luego triunfó la Iglesia Paulina cuando Constantino I el Grande, la estableció como una religión más del Imperio Romano, el Cristianismo.

¿Quedan tantos enigmas religiosos por destapar?

- El problema es, ¿a qué llamamos milagro? Porque claro, para una persona que no tenga conocimiento de estas cuestiones desde un punto de vista científico, una cosa extraña que observe en una supuesta aparición mariana, viendo al vidente en trance y observa que le aparecen estigmas en las manos, y en la frente… para esa persona es milagro. Pero si se observa bien, puede ser un fraude deliberado, o un fenómeno psicosomático. Se conoce en psicodermatología, este fenómeno de la estigmatización, de las dermografías, y se estudia desde el contexto de la psicosomatosis cutánea. Hay que ver todas estas cuestiones, todo lo que son las experiencias místicas, no solo desde la Fe, y desde la piedad popular, sino desde la psiquiatría, y la neurobiología que nos está dando respuestas a muchos de estos enigmas. Por ejemplo, en el caso de Santa Teresa de Jesús, encontramos elementos para pensar que sufría un tipo de epilepsia […] Las cosas hay que examinarlas en profundidad, con mente científica, racional… si no la tiene tampoco hay que dar ese salto cuántico, de pensar qué es sobrenatural.

¿La ciencia ortodoxa no se ha preocupado debidamente de este tipo de fenómenos?

- Hoy en día hay una mayor apertura, mayor interés por parte de científicos, de hecho está ahí, la neuroteología, de la que hablo en mi libro “Credo qui absurdo”, la neurociencia de lo espiritual, que es una disciplina científica que hoy día se está encargando de estudiar las estructuras cerebrales que operan durante las experiencias místicas, o que potencian la Fe. Se están haciendo investigaciones muy reveladoras en ese sentido.

Lo que está claro es que nuestro cerebro de alguna manera está programado para creer en Dios, sirve como un mecanismo para mitigar el temor que tenemos a la muerte, y eso está tan arraigado, esa creencia la tenemos ya tan dentro de nosotros mismos, en nuestra mente, que podemos considerar que la religiosidad forma parte ya de nuestro sistema cognitivo, igual que la música, que el lenguaje, que las matemáticas, y hoy ya se conocen que estructuras del cerebro están muy ligadas a la experiencia mística con estudios muy buenos hechos por neurocientíficos, sobre el sistema límbico, el hipocampo, la amígdala, y también son muy conocidas las investigaciones del Dr. Michael Persinger sobre el lóbulo temporal , estimulando eléctricamente, y produciendo visiones muy similares a las que tienen los místicos. Por lo tanto la Ciencia al fin está entrando en este terreno.

La relación de Pío XII y Hitler, ¿una alianza complicada, difícil de entender, no?

- Ese es un episodio oscuro, el del apoyo del Papa Pío XII a Hitler y a su régimen nazi, un silencio por parte del Vaticano, que debería hacer estremecer a cualquier católico de bien […] Cuando estaba Pío XI como Papa, ya habían negociado un concordato con Hitler, y este se aprovechó de ese concordato, firmado con Roma, y el clero alemán. Creo que ahí, Pío XII cometió un error, al silenciar las atrocidades nazis.

Moisés, ¿los exorcismos son un invento, un circo, o tienen algo de verdad?

- Ahí ha estado durante siglos actuando esa forma de vencer al diablo. Yo creo que la idea del diablo forma parte de la superstición cristiana, aunque también se da en otras religiones. Ha utilizado la Iglesia sin duda la figura del diablo, para mantener su negocio durante dos milenios, y el exorcismo es una manera fea, un método, que puede servir realmente para la persona que cree que está poseída, pero que a veces produce más daño que beneficio. Yo creo que las supuestas posesiones diabólicas deben tratarse desde un punto de vista psicológico y psiquiátrico, y no a base de exorcismo.

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