Más de 2.300 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores han sido controlados durante la campaña especial de vigilancia que la Dirección General de Tráfico ha realizado entre el 25 y el 29 de enero pasado para comprobar que los vehículos dedicados a este tipo de transporte cumplen la normativa establecida.
Durante estos cinco días de campaña, se ha constatado que de los 334 vehículos controlados por los agentes de tráfico en Castilla y León, 81 han sido denunciados -sobre todo por irregularidades administrativas- lo que supone un descenso de un 8% respecto a las infracciones detectadas en la misma campaña del año pasado.
Por su parte, Salamanca ha sido la provincia donde más vehículos de este tipo se han controlado de toda la Comunidad. Un total de 67 con un bagaje solamente de cuatro denunciados, la más baja de Castilla y León junto a Burgos y sin contar con Soria donde solo se controló a 8 conductores.
Hay que destacar en esta campaña, que todos los conductores de transporte escolar a los que se les han controlado durante la campaña cumplían los límites de velocidad establecidos.
Así mismo, ningún conductor dedicado a este tipo de transporte ha dado positivo en los controles preventivos de alcohol y drogas realizados por los agentes.
Respecto al uso del cinturón de seguridad en aquellos vehículos que los llevan incorporados, en las inspecciones realizadas por los agentes se constató que todos que disponían de estos sistemas de retención hacían uso del mismo.
Las más numerosas
Las irregularidades administrativas son las que mayor número de denuncias han generado. Por ejemplo, no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar ha supuesto la denuncia a 55 vehículos y 16 por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, como exige la ley.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil también han comprobado que 3 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento y todos los vehículos controlados tenían en vigor la Inspección Técnica de Vehículos.
Además, 3 vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar y todos los vehículos controlados tenían del dispositivo luminoso con señal de emergencia.
Por último, ningún vehículo de los controlados se excedía de tiempo de conducción o minoración del descanso y 1 por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores, cuando así procedía.
La preocupación de la DGT para que el transporte de menores se realice de forma segura, lleva a los agentes a realizar permanentemente controles en este tipo de vehículos.
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