En verano son muy frecuentes las salidas al monte, más en pandemia, porque podemos disfrutar sin la mascarilla del aire puro y sin entrar en contacto con otras personas, más que nuestros convivientes con los que nos vamos a hacer una excursión.
El problema surge cuando, fruto de la inexperiencia, o de la mala suerte, es necesario un rescate en plena montaña. Ahí no solo entra en juego el papel de la Guardia Civil de Montaña, que es vital, así como el del helicóptero, sino también la labor de los equipos sanitarios en este ámbito.
Para conocer un poco mejor cómo trabaja un médico de emergencias en montaña entrevistamos en EP a Manuel Pons, coordinador del Grupo de Emergencias en Montaña de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
En primer lugar, este experto, que durante años ha coordinado esta serie de rescates en Aragón, advierte de la desigualdad que existe entre comunidades autónomas en este campo puesto que no todas llevan a un médico en los rescates de montaña, cuando en su opinión un médico es imprescindible en estos casos.
Así, Pons lamenta que durante el verano mucha gente se anima a hacer excursiones en el monte, gracias al buen tiempo, las vacaciones y las ganas de actividad física, y aunque no seamos expertos. "En verano hay mucha gente en la montaña, por lo que también hay más probabilidad de lesión y de patologías", subraya.
Ahora bien, dice que en invierno también se producen rescates de montaña, aunque quien suele tener ganas de ir al monte en esta época suelen ser las personas experimentadas, a quienes "no les echa para atrás el tiempo".
"Se está viendo un aumento de la patología médica en montaña. Antes solo se registraban lesiones deportivas como fracturas o caídas escalando, y ahora hay más patología médica. Por ejemplo, a personas con problemas de base cardíaca les da un infarto en la montaña. De ahí la importancia de que un médico vaya siempre en los rescates, independientemente de la comunidad autónoma que sea", resalta el doctor.
Sobre los rescates de montaña, el también miembro de SEMES indica que hay varios modelos, y por ejemplo en Aragón, donde él ha trabajado muchos años, el rescate lo coordina la Guardia Civil y por lo general acude en el helicóptero el médico acompañado de dos guardias civiles de montaña. En Cataluña, según prosigue, los rescates de montaña los resuelven los bomberos, junto a un médico rescatador.
"La prioridad del médico en este caso es manejarse por la montaña y no suponer una carga para los rescatadores. Por ello, estos médicos deben tener un manejo con cuerdas, o por ejemplo una buena preparación física, para que en caso de ser necesario se les pueda proporcionar una atención inicial a las víctimas. Una vez se realiza el diagnóstico de presunción, en función de las lesiones que tenga la víctima el guardia civil o bombero lo podrá rescatar de una manera más o menos fácil", agrega.
Pons apunta que normalmente se registran en estos casos patologías traumáticas, accidentes de escalada, fracturas, o bien traumas graves. "Pero también cada vez más patología medica porque la gente se tira a la montaña sin experiencia ni condiciones físicas para ello", según insiste.
Por ello, el miembro de SEMES insta a todos los excursionistas a no lanzarse al monte sin preparación ni estado físicos correctos, así como sin conocimiento del medio al que van a acudir. "Hay que ir preparándose poco a poco a la hora de hacer una excursión en el monte y no vale ir de repente a una excursión a un pico super complicado de unas seis horas y sin preparación previa ni conocimiento", alerta.
Ante la necesidad de un rescate, el doctor indica que se debe llamar al 112, que es quien recibe el aviso, y después lo pasa a la Guardia Civil o a los bomberos, o bien llamar al 061, donde posteriormente se activa el medio más adecuado en función de la situación.
La preparación de los médicos de rescates de montaña
Aquí, el coordinador del Grupo de Emergencias en Montaña de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias precisa que la especialidad que estos médicos realizan es variada, ya que no hay una especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias en sí en España.
"Desde medicina familiar, hasta anestesista. Realmente cualquier tipo de MIR puede acceder al puesto, aunque cada comunidad autónoma también tiene sus requisitos propios, no hay tampoco una legislación nacional al respecto. Por ejemplo, en Aragón son necesarias unas pruebas físicas y técnicas y un máster en Medicina de Montaña, mientras que en Cataluña es similar pero las pruebas las hacen los bomberos en lugar de los guardias civiles, así como la formación específica", detalla Pons.
"Se desconoce el trabajo en general de los médicos que participan en los rescates de montaña porque llegas, actúas, y te vas y dejas un informe en el hospital. Es un proceso asistencial sobre el que apenas nos tienen en cuenta aunque lleva mucho trabajo detrás", lamenta Pons.
Por ejemplo, señala que hay rescates para los que solo se puede acceder andando porque por meteorología no se puede ir con helicóptero, y para ello se debe estar preparado. "Tampoco se puede llevar todo el material sanitario que llevas en una ambulancia porque es volumen y peso para el helicóptero, porque lo que se debe elegir el material que puede ser necesario en base a las lesiones que presente. En principio, la labor de un médico que participa en los rescates de montaña es bastante diferente a la de un médico de ambulancias", sentencia.
En este contexto, Manuel Pons ve importante que todo aquel que acuda con asiduidad al monte esté federado porque la federación cubre cualquier asistencia en rescate de montaña.
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