El doloroso virus que limita la actividad de quien lo padece: el Hospital de Salamanca atiende en torno a 120 personas con “la culebrilla" al año

La especialista en Medicina Interna y Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), Virginia Velasco apunta que se desarrolla en alrededor del 20% de los adultos sanos y en el 50% de las personas inmunodeprimidas a lo largo de la vida

Herpes Zóster | EUROPA PRESS
Herpes Zóster | EUROPA PRESS

“Tuve dolores abdominales y lumbares. Era raro, no sabía que era lo que me estaba pasando”. Así lo manifiesta José Luis González, un salmantino que, recientemente, ha padecido el herpes zóster. El virus, más conocido como “culebrilla”, puede afectar en algunos casos a los ojos, los oídos y provocar debilidad muscular, tal y como explica en una entrevista a Salamanca24horas la especialista en Medicina Interna y Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), Virginia Velasco.

“Después de pasar la varicela, o bien tras la vacunación de esta, el virus varicela-zóster va desde la piel a unas estructuras nerviosas, los ganglios sensitivos de la médula espinal, donde se mantiene latente. La reactivación pude producirse de forma espontánea o bien por estrés, fiebre, radioterapia, traumatismo local o inmunodepresión (quimioterapia, fármacos, etc)”, declara Velasco, quien también apunta que se desarrolla en alrededor del 20% de los adultos sanos y en el 50% de las personas inmunodeprimidas a lo largo de la vida, pero de forma más frecuente en personas mayores de 50 años. Este es el caso del charro mencionado anteriormente. José Luis asegura que tuvo molestias antes de la aparición del sarpullido y de que la infección fuera visible. Igualmente, indica haber sentido mucho ardor en la zona afectada, hormiguero, picazón y mucha sensibilidad: “Con el roce de la ropa veía las estrellas. Es muy invalidante”.

Del mismo modo, la especialista en Medicina Interna y Dermatología del CAUSA señala que el herpes zóster en pacientes sanos suele resolverse sin complicaciones en unos días. Sin embargo, afirma que otros pueden sentir dolor tras la resolución de las lesiones, a lo que se llama “neuralgia postherpética”. Por otro lado, Velasco añade que en los inmunodepresivos puede producir afectación cutánea más extensa y de órganos internos, además de precisar, en ocasiones, ingreso hospitalario.

Virginia Velasco Tirado, especialistas en Medicina Interna y Dermatología
Virginia Velasco Tirado, especialista en Medicina Interna y Dermatología del CAUSA

Pese a lo alarmante que resultan las consecuencias que presenta la “culebrilla”, la infección no resulta contagiosa en la mayoría de las situaciones. No obstante, Velasco aclara que el líquido de las lesiones cutáneas de herpes zóster “puede transmitir el virus en personas que no han estado expuestas previamente, con una tasa de transmisión a contactos predispuestos sobre el 15%, muy inferior al 80-90% de la varicela”.

Asimismo, Velasco alega que en población general española y europea se estima que la incidencia anual de herpes zóster se sitúa entre 2 y 4,6 cada 1.000 personas. "Se considera que la incidencia va a incrementándose en los últimos años con el envejecimiento progresivo de la población", indica. Respecto a las cifras que se registran en Salamanca, la doctora expone que muchos pacientes que presentan la "culebrilla" son valorados y tratados en atención primaria. "Al Hospital de Salamanca llegan, fundamentalmente al servicio de Urgencias, en torno a 10 pacientes al mes, unos 120 al año", subraya. 

¿Existe algún tipo de tratamiento?

El tratamiento indicado para el herpes de zóster es un medicamento antiviral, que puede administrarse oral o bien intravenoso. Sin embargo, Velasco insiste en que es más eficaz en las primeras 72 horas desde el inicio de los síntomas, aunque puede ser útil en los 7 primeros días de evolución. En esa misma línea, recalca que las lesiones cutáneas deben manejarse con antisépticos para evitar sobreinfección, mientras que para la neuralgia postherpética suelen utilizarse analgésicos potentes.

¿Se puede prevenir?

Actualmente, hay dos vacunas preventivas autorizadas para el herpes zóster. Velasco concluye que la primera se ha estado utilizando en mayores de 50 años, no inmunodeprimidos; la segunda, más reciente, está ahora empleándose en las personas mayores de 18 años con factores de riesgo, como trasplantados de órgano o de médula ósea, VIH, pacientes en tratamiento onco-hematológico o con un tipo de fármacos inmunosupresores (inhibidores de JAK). No obstante, la vacunación se extenderá a toda la población mayor de 65 años en los próximos años.

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