El Esófago de Barrett: la discreta patología que comienza con ardor estomacal y puede terminar en un cáncer

La Asociación Española de Enfermos de Esófago de Barrett, con sede en Salamanca, advierte que tan solo el 18% de la gente que lo padece tiene un diagnóstico

Juan Carlos Hernández y María Escudero, presidente y psicóloga de ASENBAR
Juan Carlos Hernández y María Escudero, presidente y psicóloga de ASENBAR

El ardor de estómago es algo común a numerosas personas, especialmente cuando se realizan comidas copiosas o se bebe de manera excesiva puntualmente. No obstante, este síntoma de manera habitual indica que se podría padecer Esófago de Barrett, una enfermedad que de manera silenciosa y sin el tratamiento adecuado puede dar lugar a un cáncer de esófago. La Asociación Española de Enfermos de Esófago de Barrett celebra este lunes, 16 de mayo, el Día Mundial de la enfermedad advirtiendo de su importancia y tratando de sensibilizar e informar a la sociedad sobre ello. En el encuentro con motivo de la jornada ha estado presente la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo.

Miembros de la Asociación Española de Enfermos de Esófago de Barrett y la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo
Miembros de la Asociación Española de Enfermos de Esófago de Barrett y la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo

 

 

La asociación -de carácter nacional- tiene su sede en Salamanca, ya que es el lugar de procedencia de uno de sus fundadores y presidente, Juan Carlos Hernández. Surgió en 2010, un año después de que Hernández fuese diagnosticado con la enfermedad y se diese cuenta, al igual que los otros cuatro fundadores, de que en España existía gran desconocimiento sobre el tema y no había una entidad donde recibir la información y el apoyo necesario. Tras doce años, el presidente continúa insistiendo en la necesidad de informar a la población, ya que se estima que tan solo el 18% de la gente que lo padece tiene un diagnóstico.

Los síntomas de esta enfermedad, como se mencionaba anteriormente, comienzan con malestar a la hora de tragar o con ardor estomacal casi de manera diaria. De esta manera, según advierten desde AESBAR, es necesario acudir al médico para comentar las señales y que pueda derivar el caso al especialista de digestivo. Con tan solo una endoscopia se podrá determinar si se padece la enfermedad y con una biopsia se podrá saber qué nivel de gravedad enfrenta: esófago Barret, displasia bajo grado, displasia alto grado y, por último, adenocarcinoma (cáncer de esófago).

Antes de alertar, Hernández explica que con el tratamiento (una pastilla de algún medicamento inhibidor de la acidez gástrica) y con un estilo de vida saludable, el Esófago de Barrett podría curarse a pesar de ser hereditario. Él lo cuenta en primeras carnes. Tal y como narra, su diagnóstico fue casual ya que el médico se lo detectó en un TAC que se estaba realizando por otro motivo. Esto tuvo lugar en 2009, cuando tenía 36 años. ¿Su estilo de vida? “Un hombre de buen comer y de buen beber”. Desde entonces, se despidió del alcohol en su vida y pasó a cuidar más sus hábitos alimenticios, consiguiendo domar la displasia de alto grado que padecía.

Además del tratamiento habitual, que es el que sigue Hernández, existen técnicas quirúrgicas que evitan ese reflujo ácido.

Juan Carlos Hernández, presidente de ASENBAR
Juan Carlos Hernández, presidente de ASENBAR

“Los socios llegan a la asociación recién diagnosticados y preocupados por llegar a tener cáncer de esófago”

AESBAR tiene el objetivo principal de apoyar la investigación sobre el esófago de Barrett, proporcionar apoyo y asesoramiento a los enfermos de Esófago de Barrett y a sus familiares y de aumentar la prevención de esta patología. Entre sus componentes en Salamanca se encuentra María Escudero, psicóloga y primer contacto de los socios. Como dice Hernández, se trata de la persona que lleva a cabo una labor “importantísima” ya que determina si el paciente, que suele ser recién diagnosticado, necesita terapia para evitar problemas psicológicos derivados de la enfermedad.

Entre las situaciones más comunes a los socios recién llegados, Escudero destaca el miedo a lo que pueda desencadenar el Esófago de Barret. “Llegan a la asociación recién diagnosticados y preocupados por tener cáncer de esófago”, explica.

Para evitar de primeras la incertidumbre de la enfermedad, la asociación lo primero que hace es enviar el libro ‘Apaga tu ardor. Reflujo gastroesofágico, complicaciones y tratamiento’, donde se resuelven muchos de esos miedos y se explica de manera detallada la enfermedad.

Además, desde AESBAR no cesa la insistencia en formar a médicos de familia que puedan detectar los síntomas de la patología sin necesidad de derivar al especialista para lograr que se “agilice” el diagnóstico y el paciente pueda recibir tratamiento cuando antes.

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