En el interior de nuestras viviendas, suele haber muchos focos de humedad. Algunos de ellos, se producen en el momento en el que decidimos dejar la ropa tendida dentro de las mismas o incluso cuando cocinamos algo con agua hirivendo. Para prevenir que esa humedad permanezca en el interior de nuestro domicilio, los expertos recomiendan una mejora de la ventilación para que las paredes, en las que muchas veces se presentan algunas fisuras, transpiren.
Tal y como se establece en un artículo publicado en El Periódico, otro de los recursos que podemos utilizar es colocar algunas plantas de interior en nuestra casa. Una de ellas es la begonia, que, además, ayuda a eliminar el moho y que puede resultar una mejor opción que el abrir una ventana, ya que eso provoca una pérdida de humedad relativa bastante importante. Los expertos recomiendan no tener mucha, pero tampoco que falte y, por eso, aconsejan métodos caseros para renovar el aire de nuestras viviendas sin aportar humedad y sin dar lugar a un ambiente de sequedad.
En las zonas costeras, es habitual que haya humedad en las viviendas. De hecho, en muchas de ellas, suele darse la aparición del moho, que es un hongo que se encuentra tanto al aire libre como en lugares húmedos y con baja luminosidad y que se manifiesta en distintos colores como el rojo, el negro, el azul, el verde o el gris. Además del uso de plantas interiores, los expertos destacan que también hay un producto barato y muy común que es capaz de absorber la humedad: la sal marina. Poner en un recipiente un poco profundo sal marina y colocarlo en las zonas más húmedas de la casa ayuda a secar el ambiente. Lo único que hay que hacer cuando recurres a este método casero es cambiar esa sal cada cinco o siete días para que esa sal pueda absorber esa humedad completamente. También puede colocarse en el interior de un armario para evitar que nuestra ropa adquiera humedad y malos olores.
Además, hay que destacar que la humedad puede favorecer a la aparición de unos insectos pequeños, similares a las tijeretas, en nuestras viviendas. Se trata de los pececillos de plata y traen consigo más problemas como la aparición de ácaros.
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