Después de casi un año y medio de obras, ya se puede intuir el que será el aspecto final de la estación de autobuses de Salamanca; más de dos años si tenemos en cuenta el momento en el que se autorizaron las obras. Así, los usuarios ya han podido vislumbrar algunos cambios importantes, como la cristalera que separa la dársena de la estación, la cartelería, el hall con el entramado de vigas metálicas al que soporta la cubierta al descubierto, favoreciendo la entrada de luz natural, o la nueva entrada y salida de los vehículos, cerrando la calle Peña de Francia para hacerlo a través de la calle Peña de Francia.
Según detallan fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente a SALAMANCA24HORAS, no hay una fecha fijada para la finalización definitiva, si bien la obra civil está terminada y quedan pendientes remates tales como la señalización, la cartelería y alguna cuestión menor. El tiempo de ejecución del contrato marca un máximo de 18 meses, por lo que tras iniciarse en febrero de 2018, el límite es a finales del mes de agosto de este 2019, por lo que deberán concluir en apenas unas semanas. A esa fecha, no obstante, se suman seis meses adicionales para la puesta en funcionamiento.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, confirmaba ante las preguntas de los periodistas este miércoles en rueda de prensa que “la obra está a punto de terminar. No sabemos exactamente el día pero la obra está prácticamente terminada”.
Los cambios en la estación de autobuses
La obra de la estación de autobuses contempla la modernización del conjunto arquitectónico, la mejora de la confortabilidad y el servicio a los viajeros, la mejora de la eficiencia energética con la sustitución de carpinterías, la mejora en el aislamiento y la sustitución total de las instalaciones obsoletas por otras modernas y eficientes, la adaptación total del edificio a personas con discapacidad, la mejora de las condiciones de habitabilidad y salubridad y la redistribución de espacios y adecuación de usos.
La intervención cambiará completamente el aspecto y funcionalidad de la estación de autobuses de Salamanca, ajustándola a los nuevos estándares edificatorios con plena adaptación en materia de movilidad reducida, una redistribución de espacios y usos, así como una mejora general de la confortabilidad, habitabilidad, eficiencia energética y servicios; en definitiva, se trata de poner al servicio de la ciudadanía una infraestructura de transporte acorde a las actuales exigencias y necesidades de la sociedad salmantina.
Los cambios afectarán básicamente a la arquitectura, dársenas, e instalaciones interiores (climatización, saneamiento, energía eléctrica, suministros, etc.), la gestión integral de la propia estación, control, seguridad y servicios de soporte tecnológico. Así, la estación lucirá un nuevo diseño institucional y corporativo, incorporará un nuevo lucernario, y se procederá a la sustitución de las cubiertas de las dársenas de fibrocemento.
El proyecto plantea también modificaciones en los flujos de tráfico que afectarán a la configuración del parking de autobuses y de vehículos privados. La entrada y salida de los autobuses se producirá por una sola calle, Peña de Francia, cerrando así la que hasta ahora ha sido la salida en la calle La Alberca, donde habrá una rotonda de acceso al estacionamiento de los autobuses.
Por último, se sustituirá la red de climatización, por equipos de biomasa, y se renovará el sistema de iluminación con la instalación de lámparas LED.
Es importante destacar la instalación de soportes de gestión, control e información de usuarios y tráfico, basada en componentes TIDS (Traveler Information Display Systems), mejoras en los sistemas de audio, y nuevos servicios TIC al servicio de la ciudadanía (Red Wifi y zonas de carga por USB). A continuación, el vídeo del proyecto de la remodelación:
Un largo proceso hasta la finalización de las obras
Tras valorar durante varios años la remodelación de la estación de autobuses de Salamanca, que se construyó en 1975 y no había gozado de ninguna mejora desde entonces, en junio de 2017 finalmente se autorizaron y en julio se licitaron. El importe de ejecución de las obras asciende a la cantidad de 4.953.580 euros, de los cuales la Junta aporta 4.453.580 euros y el Ayuntamiento de Salamanca los 500.000 euros restantes divididos en dos tandas.
El contrato contemplaba un plazo de ejecución no superior a 18 meses, y la previsión es que comenzaran a finales de enero de 2018 para que estuviera concluida en primavera. Sin embargo, debido a algunos problemas, las obras comenzaron un mes después, en febrero.
Durante estos meses las obras han ocasionado algunas quejas por parte de los usuarios por las molestias a la hora de coger autobuses, ya que desde un primer momento la intención fue llevar las obras a cabo compaginando con la actividad de la estación. Ante las quejas, consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones aseguró que habría cambios para minimizar los problemas.
En una visita a las obras de la estación en el mes de febrero, el consejero aseguró que dado que estas se encontraban en una fase avanzada, gracias a la buena marcha de los trabajos, la fecha de finalización se intentaría adelantar para el mes de junio. Sin embargo, aspectos como quejas de los usuarios, como el suelo que resbalaba, han obligado a aplicar un tratamiento para que este no deslice.
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