Tenemos que remontarnos hasta 1995 para entender los hechos, uno de los más trágicos de la historia de Salamanca. Y es que hace 30 años intentaron asesinar a Juan José Aliste, comandante de Infantería de Zamora, junto a la Plaza de Toros de la capital del Tormes, cuando conducía y debajo de su coche tenía una bomba lapa que se activó un fatídico 10 de noviembre a las 08:20 horas.
Del mismo modo, cabe destacar que Aliste perdió las dos piernas y su hija sufrió estrés postraumático durante 230 días. Además, el propio comandante se erigió como presidente de de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León para defender la dignidad de todas las víctimas que sucumbieron ante ETA.

Según informa Europress, fue condenado en 2018 a 110 años de cárcel por una bomba lapa en el coche que viajaba Cortizo, comandante del Ejército de Tierra, y su hija de 18 años, provocando la muerte del primero y heridas muy graves en la segunda.
La misma Audiencia Nacional condenó a pagar 300.000 euros, en señal de indemnización, a la viuda del comandante, 184.200 euros a las hijas y 250.000 euros a la familiar afectada. Según Fuentes del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco han confirmado que ha obtenido el tercer grado y podrá salir de prisión, utilizando la misma únicamente para dormir.
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