El Ayuntamiento de Salamanca ha finalizado la histórica actuación para acondicionar el solar del Patio Chico como zona ajardinada. El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado del director territorial de Unicaja Banco en Salamanca, Manuel Rubio, ha visitado hoy este espacio cuyo acondicionamiento era una antigua aspiración de la ciudad y de las anteriores corporaciones municipales.
El pasado mes de julio el alcalde asistió al derribo del muro perimetral del solar situado junto a la Catedral que dio paso a su acondicionamiento como zona verde, que hoy ya es una realidad. Una actuación que se encontraba pendiente desde hace casi cuatro décadas y que ha contado con un presupuesto de adjudicación de 109.316,95 euros, lo que supone un descenso del 28% respecto al de licitación.
Este emblemático espacio, de 370 metros cuadrados, se quedó sin ninguna construcción en 1980, cuando fue demolida una casa de acogida de jóvenes madres solteras conocida como Casa de Cruzadas. Inicialmente fue propiedad de un particular y posteriormente de EspañaDuero, que lo cedió al Consistorio salmantino gratuitamente hace año y medio.
El proyecto, que ha contado con el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio, ha contemplado la creación de una zona ajardinada, con la plantación únicamente de césped, el mantenimiento del gran cedro existente, y la construcción de una rampa a la italiana en lo que actualmente es la calle Doyagüe.
En el límite con la calle Arcediano se ha ejecutado un murete calado en dos materiales -granito y calatorado- para reforzar la delimitación de esta vía en la trama urbana existente, creando al mismo tiempo una transparencia y visión del espacio ajardinado.
En el ángulo izquierdo, en su encuentro con la calle Arcediano y la plaza de los Leones, se ha colocado un banco que sirve de punto de referencia para contemplar las mejores vistas hacia la cabecera de la Catedral Vieja y su encuentro con la Catedral Nueva.
Todo el nuevo espacio ajardinado está iluminado con tiras de led situados en la parte inferior de los muretes de granito que son continuación de los peldaños existentes ubicados en la rampa a la italiana, se completa la iluminación con balizas de señalización que refuerzan el trazado de la calle Doyagüe.
El diseño es armónico y no interfiere en la grandeza del entorno a la vez que favorece la visibilidad de la fachada sur del crucero de la Catedral Nueva, la Torre del Gallo y el ábside de la Catedral Nueva.
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