El cementerio salmantino de San Carlos Borromeo se ha llenado de flores con motivo de la Día de Todos los Santos. Crisantemos, rosas o claveles lucen sobre las tumbas o en los nichos de aquellos que descansan eternamente en el camposanto charro por cortesía de sus allegados que aún viven.
Ya desde primera hora de este miércoles, 1 de noviembre, muchos salmantinos han aprovechado la festividad de Todos los Santos para asistir al cementerio y mostrar su respeto a sus familiares y amigos fallecidos. Lo han hecho depositando flores sobre sus respectivos lugares de descanso, pero también permaneciendo unos minutos frente a los mismos para relatarles las novedades de sus vidas o transmitirles lo mucho que los echan de menos.

Hay quien también habrá aprovechado la ocasión para recorrer el cementerio de San Carlos Borromeo y descubrir el arte funerario que alberga: de imponentes mausoleos de los siglos XIX y XX, como el de doña Teresa de Zúñiga y Cornejo, a esculturas realizadas por artistas de la talla de Agustín Casillas.
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