La plaza de Barcelona ha acogido una actividad muy especial a cargo de Garrido Se Mueve. Los vecinos del barrio han celebrado el Año Nuevo un poco antes de lo previsto y a las 12 del mediodía, momento en el que comieron gajos de mandarina en vez de uvas.
El objetivo de esta celebración es despedir “un fantástico año para el barrio”, especialmente para el movimiento Garrido Se Mueve que ha nacido este año y que se espera que florezca en 2018.
El encuentro ha comenzado a las 11.30 horas, donde los asistentes han disfrutado de magia, cócteles sin alcohol y algunas sorpresas.
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