El pasado viernes 14 de mayo España alcanzó otro récord en la estrategia de vacunación tras inyectar a más de 600.000 personas en tan solo una jornada. Con más de 21,6 millones de dosis administradas, y cerca de 7 millones personas con ciclo completo, al menos un 30% de la población nacional ha recibido una inoculación del suero contra el coronavirus.
En Salamanca, el número de dosis inyectadas ya supera las 200.000 y un total de 75.674 salmantinos ya han recibido el ciclo completo. El ritmo de los pinchazos es alto, nada que ver con el de los tres primeros meses de 2021, y está dejando su impronta en la pandemia, con una importante reducción de los casos por coronavirus -como se hay podido constatar en esta cuarta ola- y, sobre todo, con un descenso fundamental en el número de fallecidos a consecuencia de la enfermedad.
Sin duda, la vacunación de los mayores en primer lugar ha sido un acierto de cara a reducir la mortalidad asociada al virus, especialmente en las residencias de ancianos, uno de los espacios en los que el COVID-19 se ha cebado durante esta pandemia.
Los datos de las últimas dos olas refrendan la eficacia de las vacunas a la hora de frenar la expansión de la pandemia. En los primeros tres meses de 2021, en plena tercera ola, Salamanca contabilizó 174 muertes por coronavirus en los centros asistenciales de la provincia. En cambio, durante esta cuarta ola (incluyendo el valle que se produjo en marzo entre la tercera y la cuarta ola) los óbitos asociados a la enfermedad han sido 29, un 83% menos respecto a los tres primeros meses de 2021.
Asimismo, los contagios también han menguado durante esta cuarta ola en comparación con la que le precedió. Si de enero a marzo la provincia de Salamanca sumó 10.897 positivos -más de un tercio de todos los detectados durante el último año de pandemia-, durante esta cuarta ola la cifra de infectados diagnosticados mediante PCR asciende a 2.355, un 78% menos.
Las vacunas, que está siendo objeto de tanta controversia por la aparición de efectos adversos en un porcentaje ínfimo en sueros como los de AstraZeneca y Janssen, se están mostrando cruciales en la lucha contra el coronavirus. Un elemento fundamental en el viaje hasta la “nueva normalidad”, aquella en la que se espera que se pueda circular por la calle sin la necesidad de portar mascarilla.
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